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Havel celebra la Revolución de Terciopelo acompañado por músicos e intelectuales

EFE

El ex presidente checo y dramaturgo Vaclav Havel celebró hoy en Praga el vigésimo aniversario de la Revolución de Terciopelo rodeado de músicos e intelectuales amigos, como Lou Reed, Joan Baez y Suzanne Vega.

"Se trata de artistas conocidos por su libre pensamiento, por estar en el lado de la libertad, y que se solidarizaron con nosotros en tiempos más oscuros", destacó Havel.

El antiguo disidente checoslovaco quiso así recordar "el significado de la música y cómo jugó su papel aquí y en los países que se liberaron" hace veinte años, cuando comenzaron a desmoronarse los regímenes socialistas en las naciones satélites de Moscú.

Se unieron a la celebración, mediante mensajes grabados, el antiguo dirigente soviético Mijáil Gorbachov; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de EEUU, Barack Obama, y el líder espiritual del Tíbet, Dalai Lama, cuyas alocuciones fueron recibidas con grandes aplausos.

"Estoy aquí como un admirador de la Revolución de Terciopelo", señaló el Dalai Lama. "Envío mis mas afectuosa felicitación a los checos y los eslovacos. Vuestro espíritu inspiró al mundo y puede seguir haciéndolo", dijo Obama en su mensaje.

El punto álgido de los actos, que tuvieron lugar bajo el lema "Uz je to tady!" (Ya está aquí), fue un concierto en la iglesia gótica de Santa Ana de Praga.

A solicitud de Havel, Vega interpretó su célebre tema "Tom's Dinner", que dio comienzo al evento, cuyo lado instrumental contó con el apoyo del Filarmónica de Praga.

Reed, veterano exponente del "underground" neoyorquino, también condimentó su intervención al gusto del dramaturgo checo y cerró su participación con la balada "The Guardian Angel".

El músico fue enviado en 1990 a Praga por la revista "Rolling Stone" para hacer una entrevista al flamante mandatario checoslovaco y, a cambio, se comprometió a dar un concierto en la capital checa, de lo que surgió posteriormente una gran amistad entre ambos.

Pocos meses antes de la Revolución que trajo los cambios políticos a la entonces Checoslovaquia, la cantautora neoyorquina Joan Baez conoció a Havel en Bratislava cuando era todavía un "jovencito muy tímido", según dijo.

En las mesas redondas celebradas hoy, Havel previno contra otras dictaduras, con otras caras y estilos distintos a las del siglo XX.

Otras estrellas del rock y pop, no presentes en Praga, como Bono Vox, Peter Gabriel, Bob Geldof y Mick Jagger dirigieron, a través de vídeos grabados, palabras afectuosas hacia el ex disidente checo.

"Gracias por lo que hiciste. Nos tienes contigo", señaló Bono, el líder de la banda irlandesa U2. Geldof, por su parte, habló del papel de la cultura y el arte en los procesos de revolución. "Los checos tenéis la cultura en el corazón", aseguró.

"Fuimos el primer grupo occidental que tocó en Praga tras la caída del Muro", señaló Jagger y recordó entonces a un país que comenzaba a respirar "con mucho optimismo e inocencia".

La soprano estadounidense Renee Fleming, cuyos abuelos eran checos, puso el toque de distinción en una velada musical en la iglesia gótica de Santa Ana, en el centro histórico de Praga.

Fleming interpretó en checo, para delirio del público, el aria "Dalibor" de Smetana, y también el "Ave Maria" de Schubert. A dúo con Lou Reed, la norteamericana cantó también "A perfect day".

Havel aprovechó el día de hoy para criticar a Rusia y recordó cómo acuñó su lema personal "la verdad y el amor deben vencer a la mentira y el odio".

Al final de su intervención en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía de Praga, instó a los jóvenes presentes a "vigilar" para evitar que se socaven de nuevo las libertades democráticas.

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