Grecia habría solicitado a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) iniciar un proceso de reestructuración de su deuda, que supera ya los 340.000 millones de euros y llegará al 153 % del PIB a finales de año, según publicó hoy el periódico ateniense "Elefterotipia".

Según el diario, esa reestructuración se empezaría a estudiar el próximo junio y fue presentada por el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, en una reunión del Ecofin en Hungría hace unas semanas y durante una visita de inspección de la UE y el FMI a Atenas a principios de abril.

No es la primera vez en las última semanas que se difunden informaciones sobre los planes griegos para reestructurar su deuda, algo que ha sido siempre desmentido por el Gobierno.

Según "Elefterotipia", "un alto funcionario del FMI dijo que el director de este organismo, Dominique Strauss-Kahn, ha dado órdenes determinadas de que se insista hasta el último momento sobre el desmentido en el caso de Grecia".

Hoy mismo, el gobernador del Banco de Grecia, Yorgos Provópulos, aseguró que la reestructuración "ni es necesaria ni deseada".

De hecho, el responsable del banco emisor advirtió que esa medida "tendría consecuencias catastróficas para el acceso del Gobierno y las empresas griegas a los mercados financieros internacionales".

Además, esa operación tendría "efectos negativos en los activos de los fondos de pensiones, los bancos y los particulares en poder de bonos del Gobierno", opinó Provópulos.

Añadió que las privatizaciones anunciadas por el Gobierno podrían ayudar a bajar deuda, y recomendó al Gobierno que acelere y amplíe las reformas para reducir el déficit y la deuda.

El gobernador vaticinó que el desempleo superará el 15 por ciento durante 2011 y que la economía caerá un 3 por ciento.

Grecia se vio obligada a recurrir hace un año a un crédito a tres años de 110.000 millones de euros del FMI y de la UE para evitar la bancarrota.