El secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado, ha asegurado hoy que "desprestigiar" el sistema financiero español, al que ha calificado de "fortaleza", es "una irresponsabilidad" que coloca al país en "una situación de desprestigio", disminuye su "reputación" y "dificulta la salida de la crisis económica".

Granado ha realizado estas declaraciones en Oviedo, donde ha participado esta tarde en las jornadas "El Sector Público en tiempos de crisis", organizadas por el Consejo Económico y Social (CES) de Asturias.

"Los agentes políticos no podemos convertirnos en parte del problema", ha advertido el secretario de Estado, que ha dicho que el sistema financiero español es "una de las fortalezas en la que hay que apoyarse para salir de la crisis económica".

A su juicio, hay que "abordar una reestructuración de la forma más razonable posible, dando el menor número posible de cuartos al pregonero".

Ha precisado que hay que reestructurar el sistema financiero consiguiendo que haya menos entidades, pero de mayor tamaño, que tengan menos concentrados sus riesgos y que tengan menor dependencia del riesgo promotor.

Granado ha puntualizado que en España se ha dedicado históricamente una parte excesiva del ahorro a la vivienda y que "el 'boom' inmobiliario exagerado ha pasado una factura espantosa".

Ha abogado por imprimir un cambio de ritmo y que el ahorro de los españoles se utilice para financiar otros bienes y servicios y la creación de otras actividades productivas.

"Tenemos que abordar la crisis con luces largas y no hay soluciones inmediatas y se están planteando falacias cuando no existen medidas milagrosas que tenga efecto a corto plazo", ha subrayado.

Para el representante del Gobierno, es necesario alcanzar "un consenso político que tenga una trama territorial" ya que las políticas contra la crisis "no pueden ser responsabilidad del Gobierno y debe serlo de las autonomías que gestionan políticas de empleo y educación que son imprescindibles para salir de la crisis con eficiencia".

Ha recalcado que "negar recursos a las comunidades autónomas es una estrategia desafortunada para el futuro".

Granados ha puntualizado que el poder político y la gestión del gasto público está descentralizado, por lo que, en su opinión, ya "no tiene sentido apelar a políticas concretas del Gobierno en exclusiva".

Ha añadido que habrá que recortar gasto público, que "es razonable", y acostumbrarse a un escenario de consolidación fiscal, incrementar ingresos y dar prioridad a actuaciones consideradas estratégicas.

"Si en España analizamos cuál es el comportamiento del gasto publico de las diferentes administraciones gobernadas por los diferentes partidos nos encontramos que no hay diferencias y las gobernadas por la derecha tiene la misma política de gasto público que las gobernadas por la izquierda", ha aseverado.

A su juicio, lo que hay que saber cuál es la prioridad que se quiere realizar ya que si España tuviera una política de no gastar en lo público sería mucho más fácil la financiación de la deuda externa pero también traería más problemas de cohesión social.

Por último, Granado ha señalado que esta reducción del gasto público podría generar "un riesgo en la reputación y una falta de credibilidad como país a la hora de enfocar los problemas de financiación.