No dejaron entrar ni a diputados ni a senadores que estaban invitados. Ni a muchos dirigentes del PSM que quisieron acercarse a la celebración del 40º aniversario del histórico Congreso de Suresnes, en donde fue elegido secretario general Felipe González.

Hubo expectación máxima para ver a las dos viejas glorias de aquel cónclave, Felipe González y Alfonso Guerra, junto al nuevo líder socialista que contaba con dos años de edad cuando se celebró el que fue el 13ª Congreso en el exilio (y último) y el 26º Congreso ordinario. De los últimos secretarios generales del PSOE sólo estuvo José Luis Rodríguez Zapatero -Rubalcaba y Almunia justificaron su ausencia- y viejas caras conocidas como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José María Benegas o el ex ministro Javier Sáenz de Cosculluela.

El acto fue un poco deslavazado y cada interviniente habló de lo suyo, sin mucha relación con el momento histórico que se conmemoraba, aunque González y Guerra coincidieron en un mensaje de actualidad: la condena del populismo político , en clara referencia a Podemos. Guerra, tras reivindicar que el PSOE en Suresnes fue capaz de ver el futuro, indicó que no lo hizo así lo que se suponía que era la fuerza hegemónica de la izquierda en ese periodo histórico, el Partido Comunista.

Y, a continuación, añadió: 'Como otros populismos que ahora se están beneficiando de las cadenas de televisión, que están incubando el huevo de la serpiente, porque si llegan al poder lo primero que harán será cerrar esas cadenas, como hacen allende de los mares'. González estuvo más instructivo y dando lecciones de todo, pero también tuvo una referencia hacia la formación que lidera Pablo Iglesias.

Su mensaje central fue exigirle a Pedro Sánchez, como ya lo hizo antes con Rubalcaba, un proyecto claro para España porque, en su opinión, ahí está la posibilidad de que el PSOE vuelva a gobernar: 'Este país necesita un PSOE fuerte, con un proyecto claro que vuelva a aglutinar a la mayoría de la ciudadanía. Ése será el nuevo Suresnes', afirmó.

González dijo que hay que contraponer ese proyecto de futuro a la actual política que hay en España 'que está entre lo banal y la demagogia populista', lo que pidió al PSOE combatir. Sánchez cerró el acto con un discurso un tanto alejado de lo que era el acto. Reivindicó su acción al frente del PSOE en estos dos meses y medio -'este partido es más decente, si cabe, después de haber expulsado a los que utilizaron la tarjeta negra de Caja Madrid'- y aseguró que si González y Guerra forjaron la España de los Derechos, Zapatero la España de las libertades, 'al nuevo PSOE le toca hacer la España de las oportunidades'.

El líder del PSOE, además, aprovechó el acto para hacer un anuncio, y aseguró que si llega al Gobierno devolverá la ayuda a los mayores de 52 años que ha quitado esta legislatura el Gobierno del Partido Popular.