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González defiende la intervención pública para salvar a la entidades financieras con problemas

Francisco González dice que ha dado instrucciones 'muy precisas' a la red de oficinas para 'que lo piensen mucho antes de denegar un crédito'

 

AGENCIAS

El presidente de BBVA, Francisco González, se abona a la tesis que en su día defendió el presidente de la CEO, Gerardo Díaz Ferrán, quien llamó a 'hacer un paréntesis' y tomar medidas 'excepcionales' frente a la crisis, como en EEUU.

González sostiene que la mejor opción para salvar a una entidad financiera con problemas es la intervención pública y no la nacionalización, ya que la primera opción es un 'camino más rápido y más eficaz'.

Durante su intervención en la V Conferencia Internacional Europa y América ante los cambios, organizada por el diario ABC, González dijo que en España 'no ha habido ayudas públicas, puesto que los programas en vigor pretenden apoyar la liquidez'.

Según González, 'es inevitable' actualmente la intervención de algunas entidades financieras, pero no la nacionalización.

'Nacionalizar no es la mejor solución, intervenir es mejor porque es más temporal y permite que los activos buenos vuelvan al sistema'.

En este sentido, el presidente de BBVA dijo que 'es muy importante aislar a los jugadores más débiles del sistema; es el camino más rápido y eficaz'.

El responsable de la entidad financiera aseguró que su banco no ha acudido a las subastas del Fondo de Adquisición de Activos Financieros puestas en marcha por el Gobierno, si bien las defendió.

'La banca no tiene ayudas y desde BBVA no hemos hecho uso de las facilidades de liquidez y no hay instrumentos de capital, al menos por el momento', insistió.

'Hemos de estar preparados y tener a punto los mecanismos para abordar de forma rápida y eficaz estos problemas, con los menores impactos negativos sobre el conjunto del sistema', señaló.

El máximo ejecutivo de la entidad volvió a negar que las entidades financieras hayan cerrado el grifo del crédito. 'El incremento del stock del crédito no es lo único que mide el esfuerzo de los bancos, puesto que estamos haciendo un gran esfuerzo en la reestrucuración y alargamiento de los plazos', puntualizó.

González dijo que los bancos están haciendo todo lo posible por evitar embargos. 'En el actual contexto de dificultades tenemos una responsabilidad especial con nuestros clientes. Queremos dar crédito a todo aquel que lo pida y pueda, razonablemente, hacer frente a los pagos', aseveró.

Aunque confiesa que los bancos deben dar créditos con prudencia para proteger su solvencia, asegura que ha dado 'instrucciones muy precisas a nuestra red para que lo piensen mucho antes de denegar un crédito', advirtió el presidente de BBVA, quien dijo que 'mucho peor es no dar un crédito a quien nos lo pueda pagar'.

Pero González dijo que un banco responsable 'no puede conceder créditos más allá de lo que la prudencia exige. Si así lo hiciera estaría haciendo un flaco favor a sus clientes', además de comprometer su solvencia.

Para finalizar, el presidente de la entidad afirmó que 'no es sostenible que la banca  siga funcionando igual que lo está haciendo' en este momento. Por ello, explicó que en un futuro próximo habrá que replantearse 'desde el número de entidades físicas hasta su función'.

En opinión de González, la actual crisis tiene tres fases, la primera caracterizada por los problemas de liquidez de las entidades, y la segunda, en la que estamos ahora, marcada por la morosidad y en la que sólo sobrevivirán las entidades que puedan mantener su solvencia.

Y a continuación vendrá la tercera fase, en la que asistiremos a una 'inevitable reconversión industrial' del sector financiero, que lo hará más eficiente y aprovechará la tecnología para satisfacer las necesidades de una clientela cada vez más exigente, dijo.

Entre los bancos que ocupaban los primeros puestos del ránking mundial hace 18 meses, varios han desaparecido, otros muchos han sido total o parcialmente nacionalizados, y muy pocos -como el BBVA- han seguido mostrando la solidez necesaria para seguir generando beneficios en este entorno tan adverso, agregó.

La actual crisis es la más grave desde los años 30 y no conocemos su duración ni profundidad, aunque dependerá de la capacidad que tengan las entidades financieras de coordinarse internacionalmente y trabajar en cada país 'todos juntos': gobiernos, empresas, sindicatos y demás componentes de la sociedad civil.

 

 

 

 

 

 

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