El conflicto abierto en Madrid por las diferencias que enfrentan a Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky sobre la composición de la candidatura para el Ayuntamiento de Madrid se trasladó ayer a la convención municipal que el PSOE celebra en Sevilla.

Si Lissavetzky recibió un espaldarazo de la Ejecutiva Federal con su inclusión en el cartel de la clausura del cónclave, que hoy protagonizará el presidente del Gobierno, Gómez no se quedó en casa.

El secretario general de los socialistas madrileños se dejó ver por la convención, al igual que otros líderes territoriales como Roberto Jiménez, Óscar López, Jorge Alarte o Francisco Martínez Aldama todos ellos en la oposición y habló del asunto ante los medios de comunicación.

Gómez reiteró su convicción de que la dirección federal 'no va a tocar la lista que salga de Madrid', donde está previsto que se apruebe por el Comité Regional el día 20. '¿Alguien tiene dudas de que se va a producir un acuerdo? Nadie', dijo.

Desde el entorno de Gómez se subraya que Lissavetzky ha podido elegir a más miembros de la lista que ninguno de los candidatos que le precedieron (seis entre los 18 primeros, el número de concejales que tiene ahora el PSOE). No obstante, Gómez ha abierto la puerta a 'algún movimiento' que propicie la conformidad del cabeza de lista, requisito establecido por los estatutos del partido.

'Primero llueve, luego escampa y después sale el sol', comentó el secretario regional, echando mano del refranero popular, para transmitir así su convencimiento de que acabará habiendo acuerdo, como exige la dirección federal para no intervenir en la composición de la candidatura municipal madrileña.

La versión optimista de Gómez no es compartida por los defensores de las posiciones de Lissavetzky. Aunque se ha detectado una mayor predisposición al entendimiento entre el líder del PSOE de Madrid y el todavía secretario de Estado para el Deporte, en la Ejecutiva Federal se considera que ambos aún tienen que recorrer un buen trecho de la distancia que les separa para que pueda alcanzarse el acuerdo. Si no se alcanza, se mantiene la advertencia de 'corregir' la candidatura en el comité federal de listas.

Aunque el plazo máximo previsto era el 12 de marzo, fecha para la que se había convocado el Comité Federal que debe aprobar todas las candidaturas, la agenda presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero ha contribuido a ampliar el margen. Para esas fechas está convocada una cumbre de la Unión Europea, por lo que la reunión del PSOE se ha aplazado al 19 de marzo.