Cuando defendía a Cuba desde España lo retaban a que se fuera a vivir allí, cuando se mudó para La Habana provocó un tsunami y lo acusaron de vivir mejor que muchos cubanos, inventándole mansiones y enormes privilegios. Sin embargo, el actor Willie Toledo, tiene menos lujos que en su país, vive en un barrio de cubanos, habita un pequeño apartamento, bastante escaso de muebles y muy necesitado de una mano de pintura. Allí nos recibió, descalzo, sin camisa y sonriente para contarnos sus experiencias en estos 2 meses que lleva en Cuba.
Bueno, ¿cómo te va en Cuba?
Pues me va bastante bien, la verdad es que estoy muy contento, ya conocía La Habana, tengo mucha gente aquí, muchos amigos y también tengo tiempo para leer por ejemplo, que en Madrid no lo tenía y me lo estoy leyendo todo.
Dicen que ni el infierno ni el paraíso son iguales cuando uno viene de turista que cuando eres inmigrante. ¿Qué diferencias has encontrado?
Pues a mi me ha gustado mucho más esta Cuba. Me está gustando mucho más vivir La Habana en el día a día, ir al cine, ir al teatro, conciertos, ir a comer a casa de gentes.
¿Cómo es la marcha acá, te adaptas?
Madrid es la capital de marcha, de la juerga, probablemente de toda España, pero yo ahora estoy muy tranquilito, no estoy saliendo prácticamente nada. De vez en cuando compramos una botellita y vamos a casa de un amigo o al malecón a hacer botellón. Pero estoy saliendo muy poquito. De hecho estoy haciendo lo que tenía ganas de hacer hace muchos años, que es llevar el horario solar. Me acuesto tempranito, a las 11 estoy durmiendo y me levanto a las 7, 30 de la mañana. Y estoy feliz con eso. Es una nueva experiencia porque yo siempre había sido muy noctámbulo y la marcha me gusta mucho.
Y ahora resides en un barrio de cubanos en un edificio de cubanos. ¿Cómo vives esa relación?
Me es bastante fácil. Yo he viajado por todo Latinoamérica, he estado prácticamente en todas las capitales y creo que los cubanos son los más parecidos a los españoles, en la manera de hablar, en el sentido del humor, en la manera de relacionarse. Lo llevo muy bien. Me encanta ir al puestecito de al lado a tomarme un juguito por la mañana y al de en frente para comerme un pan con tortilla, sentarme en las terrazas donde se sientan los cubanos. Yo La Habana Vieja no la piso porque ahí siempre eres un turista. Sin embargo en mi barrio soy un vecino más. Y el día que consiga mi residencia, si la consigo, me iré a los CDR y me reuniré con los vecinos, eso me encanta. Aquí quizás es donde menos animadversión hay hacia los españoles. Por otro lado nunca me han hablado de la Madre Patria, cosa que sí me han hecho indígenas en Chiapas. Evidentemente aquí son todos españoles o descendientes de españoles, no es como Uruguay, Argentina, Chile, que hay descendientes de alemanes, suecos y prácticamente de toda Europa.
¿Entonces te es fácil la relación con ellos? La comunicación, profundizar, hablar. ¿Te es sencillo o te cuesta más que en España?
La verdad es que no he tenido realmente ninguna dificultad. Hablamos de todo tipo de cosas. También es verdad que cuando vamos a un bar se habla lo típico pero con los cubanos que he conocido y con mis amigos no he notado ninguna dificultad de comunicación. Es verdad que me muevo en un ambiente más artístico, intelectual, escritores, músicos, etc. Y como yo vengo de ese ambiente también, pues me facilita mucho la comunicación.
¿Y hay mucha vida intelectual?
Siento que hay mucha vida, siento que todos los días hay cosas que hacer. Echo de menos una Guía del Ocio, como allá en Madrid, que sabes lo que hay todos los días. Aquí no te enteras si no te dice alguien que esta noche hay una peña de no sé quién en no sé dónde, pero al final siempre me entero. De hecho no tengo tiempo para ir a todas las cosas que me gustaría ir.
¿Cómo te arreglas con la comida local?
Pues generalmente como fuera, y al final encuentras un poco de todo, más caro o más barato, y con la cantidad de 'paladares' (restaurantes privados) que se han abierto ahora, encuentras comida muy barata. Encuentras arroz con frijoles, fricasé de pollo, cerdo, camarones y langosta, pero también puedes encontrar comida italiana o española. A mí me gusta mucho la comida criolla, siempre me ha gustado, no solo la cubana, sino la de todo el caribe. Lo que más me gusta es el arroz con lo cual aquí voy sobrado... (risas). Y los frijoles me encantan, me gusta mucho el pescado, la carne un poco menos y aquí son muy carnívoros.
¿Notas cambios en el país?
Sí, yo creo que ha cambiado mucho, la nueva apertura económica respecto a los negocios privados, que ahora te los encuentras por cualquier lado, desde el que arregla los móviles hasta pequeños paladares, incluso pequeños cuchitriles enanos donde solo hacen jugos. Yo creo que la gente está más contenta que la primera vez que vine porque tienen más posibilidades de depender de sí mismos económicamente.
¿Qué es lo que más extrañas de España?
Pues extraño a mi gente y muchas comodidades, pues aquí por mucha plata que tengas al final no las encuentras. Es que es un país único en todos los sentidos. El hecho de tener dinero te abre ciertas puertas hacia cierto tipo de comodidades pero te puedes pasar días buscando una sartén y no la encuentras por mucho dinero que tengas. A mi eso no me molesta, estoy acostumbrado a vivir muy cómodamente porque mi familia han sido profesionales, burgueses y nunca me ha faltado de nada. Luego como actor he tenido la oportunidad de trabajar mucho y, por lo tanto, ganar mucho dinero, pero siempre me he acoplado muy bien a la falta de cosas. Mi casa ya las has visto, es totalmente austera, no necesito más. Tengo mi cama, mi cocina, mi baño, y mis libros, y con eso voy tirando. No echo de menos cosas materiales. A la gente sí. Y a mi ciudad. Yo he nacido y vivido en Madrid toda mi vida y le tengo mucho cariño a pesar de que se haya convertido en una ciudad bastante invivible en los últimos años. Eso sí que lo he notado mucho. La libertad de movimientos y de acción que hay en La Habana no la tenemos en Madrid.
¿Qué es lo que has encontrado, más allá de la política?
He salido de una cuidad en la que todo está prohibido, en la que todo cuesta cantidades indignantes de dinero, desde aparcar tu carro a tomarte un cerveza. Donde ir al cine cuesta 13 o 14 euros y por menos de 20 no entras en un teatro. Pues aquí he encontrado la cuidad más hermosa del mundo para pasear, la más segura de todas las que conozco con diferencia. Puedes entrar en Centrohabana en una calle oscura y pasear con absoluta tranquilidad. Veo que la calle es de la gente, mientras que en Madrid entras en un sitio y enseguida encuentras un cartel que dice: 'prohibido jugar a la pelota, prohibido montar en bicicleta...'. Aquí la gente juega al beisbol en la calle, juega al dominó en la calle. Escucha música en la calle. Los niños viven con toda la tranquilidad del mundo. He encontrado una ciudad muy acogedora en la que todos van a su aire.
¿Y profesionalmente como te trata América Latina?
Estoy buscando trabajo por toda América latina. Fundamentalmente en México, Colombia, Chile y Argentina, que son los países que tienen más producción teatral y cinematográfica. De momento he encontrado una representante en Colombia que me ha echado una mano, y que tiene muchos contactos en la región. Afortunadamente dispongo de unos ahorros que no me obligan a ponerme a trabajar inmediatamente. Y esa es la idea, buscar trabajo por aquí.
¿Cómo ves lo que está ocurriendo en América Latina?
Yo creo que por primera vez en 521 años América Latina decide su destino sin injerencias europeas y sin injerencias norteamericanas. Por primera vez todas las nacionalidades y todos los pueblos originarios son reconocidos. En Venezuela hasta que llegó Chávez había millones de personas que no eran, no existían, no tenían identificación, no podían votar. En Bolivia lo mismo. Creo que por primera vez están llevando las riendas de su presente y de su futuro y eso es una maravilla. Ojalá pasara en todos los pueblos del mundo.
¿Sientes que te puedes integrar en ese proceso a pesar de no ser del continente?
Bueno, yo quiero, a mi me gustaría participar, y de hecho estoy participando en lo que puedo, fundamentalmente apoyando y estando allí con ellos. Acabo de venir de Bolivia. Estuve en una cumbre antimperialista, anticapitalista.
¿Qué viste ahí allí?
Vi a un pueblo indígena muy orgulloso de serlo. He escuchado historias terribles sobre pueblos originarios que no tenían permitido pasar por determinadas plazas o calles, que cuando lo hacían eran acosados por la población blanca, por la oligarquía local y les obligaban a pedir perdón por ser indígenas. Eso sucedía hace apenas seis años en Bolivia. Estoy viendo que están renaciendo, que se sienten orgullo de ser latinoamericanos, tras todo el sufrimiento que han tenido que padecer durante estos siglos. Por fin se les está devolviendo su autodeterminación, con el simple hecho de ser considerados ciudadanos de primera como los demás. Yo llevo 20 años viajando por América latina, y estoy viendo cosas que jamás había visto, sobre todo un pueblo empoderado, un pueblo orgulloso de ser pueblo.
Bueno, pues bienvenido a América Latina
Muchas gracias.
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