El escritor Sergio Galarza, que ha presentado en Sevilla su novela "Paseador de perros", en la que refleja su experiencia de dos años en Madrid en ese trabajo, aseguró a Efe que "los peruanos estamos acostumbrados a vivir en crisis perpetuas, sobre todo los limeños".

Galarza, nacido en Lima en 1976 y que estudió Derecho aunque nunca lo ejerció, señaló que el oficio de paseador de perros es propio de un país rico, si bien admitió que la crisis actual hizo quebrar a la empresa para la que trabajó dos años en Madrid.

De esa tarea sacó el título de su novela, publicada por la editorial Candaya, e inspiración para una trilogía sobre Madrid. La segunda entrega, que piensa publicar con el título de "JFK", es una biografía inventada de "J", el jefe de la empresa de paseo de perros.

De esta segunda entrega, cuya fecha de publicación aún ignora, dijo que está ambienta "en un Madrid anterior", a diferencia de la ciudad actual de "Paseador de perros".

Como principal valor de su novela, Galarza destacó que "las cosas están dichas tal y como son, sin medias tintas", mientras que de la ciudad de Madrid dijo que lo que más le gusta es "el orden".

"En Lima, los pasos de cebra están hechos para atropellar a gente, y las normas mínimas de convivencia no se respetan; en Madrid, si alguien se salta un paso de cebra por lo menos hay alguien que se voltea" para reprender al desaprensivo.

También le gusta "ese aire provinciano que todavía conserva una ciudad con estética del primer mundo, con túneles por todas partes" pero en la que, sobre todo si paseas perros, te puedes encontrar en un parque a gente de 80 años que te cuenta batallas de la Guerra Civil.

Galarza no olvida que gracias a su empleo como paseador de perros y a la "gente honesta" que gestionaba el negocio pudo formalizar su estancia en España, ya que, al igual que los personajes de su novela, no pierde la conciencia de ser un inmigrante, de vivir en un país ajeno y de tener que esforzarse para mantenerse a sí mismo.

"Los Rollings Stones en Perú", escrito junto a Cucho Peñazola y publicado en España por Periférica, ha sido la última obra de Galarza, un escritor al que le interesa tanto el fútbol como la literatura, que viste camisas de cuadros de tipo leñador y que ahora trabaja en una librería "donde se permite la entrada a los perros".