Un sábado noche cualquiera de septiembre una pareja de adolescentes mantiene relaciones sexuales y se les rompe el preservativo. Como la píldora del día después ya se puede comprar en la farmacia sin necesidad de receta, la pareja acude a la más cercana. Pero los dependientes les dicen que no venden ese medicamento. Los jóvenes tendrán que buscar otra farmacia de guardia. Al plantear este caso hipotético, que ahora es una realidad incluso en los centros médicos de varias comunidades autónomas, expertos en sexología, planificación familiar y contracepción piden al Gobierno una legislación que defina 'de una vez por todas' qué es objetable y que no.

'Aunque sólo se dé un caso, aunque sólo sea una farmacia la que no dispense el medicamento, ningún paciente tiene por qué desplazarse hasta otra', señalaba ayer el presidente de la Fundación Española de la Contracepción, el ginecólogo Ezequiel Pérez, un día después de que la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y la de Igualdad, Bibiana Aído, anunciaran que a partir de septiembre la píldora poscoital podrá adquirirse en las farmacias sin necesidad de receta. Para Justa Montero, de la Asamblea Feminista de Madrid, 'en este caso no cabe la objeción de conciencia porque se trata de un anticonceptivo y no de un abortivo'.

Un estudio sobre la anticoncepción de urgencia, publicado en septiembre del año pasado por la Federación de Planificación Familiar Estatal, recoge que la extensión de la objeción de conciencia [respecto a ese medicamento] entra en colisión con otros derechos básicos de mayor relevancia y reconocimiento legal, como es el derecho a la protección de la salud'. En el caso de los farmacéuticos, en el informe se explica que 'en su condición de agentes de salud tienen la misma responsabilidad ante la anticoncepción de urgencia que ante cualquier otro acto de dispensación'.

'España necesita una regulación respecto a la objeción de conciencia, para determinar dónde ponemos el límite', plantea el presidente de la Fundación Española de la Contracepción. Y añade: 'Tiene que estar claro qué es lo que se puede objetar y hacerlo de manera oficial ya que, de lo contrario, estamos logrando es que las leyes se acomoden a cada caso particular'.

La píldora poscoital no está en el listado de medicamentos que las farmacias deben vender por obligación aunque hay algunos decretos autonómicos, como ocurre en Andalucía, que sí obligan a ello . Y desde el Ministerio de Sanidad descartan, de momento, cambiar la legislación en este sentido. En el departamento que dirige Trinidad Jiménez restan importancia a la posible objeción de conciencia de los farmacéuticos, ya que consideran que se trata de un 'número anecdótico'. Y si una farmacia no vende el medicamento, otra sí lo hará, alegan.

Del mismo modo opinan en la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles. Su presidenta, Isabel Vallejo, incide más en la necesidad de la puesta en marcha de una política integral de prevención y educación sexual. 'Los farmacéuticos tenemos la formación suficiente para informar sobre las características de un medicamento, pero es necesario abrir el debate de por qué tenemos que llegar a este punto, por qué no se han usado antes otros métodos anticonceptivos', afirma. Y también recuerda que la píldora poscoital no evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS), a diferencia del preservativo.

Los expertos confían en que la futura Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva que prepara el Ministerio de Sanidad vaya en este camino, porque, como señala Empar Pineda, de la asociación Otras Voces Feministas, el objetivo es que la educación sexual se trate en el colegio y en las familias desde pequeños, para lograr una normalización.

Es un argumento con el que coincide el presidente de la Asociación Española de Especialistas en Sexología, Antonio Casaubón. 'No podemos volver a poner en marcha medidas que dan el mensaje de que el sexo es malo y que hay que protegerse de él. Si no cambiamos la educación para que las relaciones se vivan como un hecho cotidiano más de la vida, dudo mucho que podamos reducir el número de embarazos no deseados', explica.

Ginecólogos Ezequiel Pérez Campos y Javier Martínez Salmeán y Dra . Basolas, de Chiesi

¿La píldora poscoital es abortiva o anticonceptiva?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el inicio de la vida se fecha en el momento de la implantación de un óvulo fecundado por un espermatozoide en el útero. El mecanismo de la píldora del día después consiste en impedir la implantación, por lo que se trata de un método anticonceptivo y no abortivo.

¿Pueden tomar la píldora del día después las menores de edad?
Sí. Toda mujer en edad fértil puede tomar la píldora poscoital. En el prospecto de una de las dos marcas que comercializan el producto en España, se puede leer que “no está recomendado el consumo en niñas, ya que los datos disponibles en adolescentes menores de 16 años son muy limitados”. Sin embargo, la advertencia no figura en el prospecto de la otra marca, Norlevo. La razón: el laboratorio ha aportado datos sobre su seguridad en este grupo de edad, lo que permitió que la Agencia Española del Medicamento les dejara retirar la advertencia previa. Los datos son también válidos para el otro fármaco, Postinor, puesto que se trata del mismo principio activo en la misma dosis, pero administrado en dos comprimidos en lugar de uno.

¿Por qué se insiste tanto en que no tiene efectos secundarios?
Hay dos razones que explican la ausencia de efectos secundarios de relevancia de este medicamento. La primera es su composición. La píldora poscoital está basada en un tipo de hormona, los gestágenos, que no causa problemas de tromboembolismo, como hacían algunos estrógenos, la otra hormona utilizada en la píldora regular, en sus formulaciones más antiguas. La otra razón es la dosis. Al ser la píldora poscoital un método anticonceptivo de emergencia, se ingiere menos cantidad de hormonas. Puede existir una percepción errónea sobre el asunto porque lo que se prescribía antes de la aprobación de la píldora poscoital como anticonceptivo de emergencia era una combinación de hormonas, que sentaba mucho peor a la paciente.

Entonces, ¿por qué no tomarla todos los días?
Porque es mucho menos eficaz que otros métodos anticonceptivos, sobre todo si se consume a las 48 horas de la relación sexual. Además, esta píldora causa alteraciones del patrón menstrual. Se puede esperar un adelanto o retraso del periodo de cinco o seis días con una toma única pero, con varias, los desarreglos serían menos ordenados.