Paul Burrell, el ex mayordomo de Diana de Gales, consideró hoy de excepcionalmente estrecha su relación de trabajo con la princesa al declarar en la investigación judicial sobre la muerte de lady Di, ocurrida el 31 de agosto de 1997.

En su primera comparecencia ante el Tribunal Superior de Londres, donde se celebra la pesquisa, Burrell dijo que esa relación empezó tras la separación de Diana del príncipe Carlos en 1992.

El ex mayordomo inició su declaración con un breve relato sobre su paso por la Casa Real, pues empezó trabajando como ayudante de la reina Isabel II a finales de la década de los años setenta del siglo pasado, pero después fue empleado por los príncipes de Gales en 1987.

Cuando la pareja se separó, Burrell, de 49 años, afirmó que lady Di pidió sus servicios como mayordomo.

"El príncipe -dijo- le pidió a la princesa que hiciera una lista con todo lo que necesitaba en Londres y en esa lista estaba mi nombre".

Preguntado sobre si su relación de trabajo era "excepcionalmente estrecha" y si él era una de las personas de más confianza de la princesa, Burrell contestó: "creo que eso es válido".

"Todos los amigos de la princesa no se conocían entre ellos. La princesa podía contar ciertas cosas a cierta gente y nadie lo sabía todo, la gente podía saber una cierta cantidad (de cosas)", señaló.

Con el tiempo quedó claro, explicó Burrell, que él era importante en su vida pues "asumí más y más responsabilidades".

Admitió, además, que no creía que Dodi Al Fayed, fallecido con la princesa en París, fuese el amor de su vida.

"No me daba esa impresión", afirmó el antiguo mayordomo.

En el año 2002, Burrell fue absuelto en el tribunal penal de Old Bailey, en Londres, de la acusación de robo de pertenencias de lady Di tras una sorpresiva intervención de la Reina.

La soberana reveló al príncipe de Gales que se acordaba que el mayordomo le había dicho poco después de la muerte de Diana que se llevaba algunas posesiones de ésta para cuidarlas.

Lady Di perdió la vida cuando el Mercedes en el que viajaba chocó contra una columna del túnel por debajo del puente del Alma, en París.

Dos investigaciones -una francesa y otra de la policía británica- concluyeron que Diana y Dodi murieron en un accidente trágico.