El pleno del Parlamento Europeo (PE) debatirá hoy por última vez, antes de someterlo a voto el jueves, el acuerdo agrícola para la liberalización de productos entre la Unión Europea y Marruecos, contra el que se han manifestado los agricultores españoles.

El acuerdo permitirá la entrada del 55 % de exportaciones marroquíes a la Unión Europea, lo que afectará a los cultivos de frutas y hortalizas españoles, especialmente al tomate, el calabacín, el pepino y la fresa.

Aunque el grueso de eurodiputados españoles votarán en contra del acuerdo, sus colegas de partido del resto de países de la UE, incluidos las formaciones mayoritarias del Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D), votarán a favor.

Solo se unirán al rechazo español al pacto los ecologistas de los Verdes y la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) que alegan que Marruecos cultiva sin respetar el medio ambiente, sin dar garantías fitosanitarias a los consumidores y vulnerando los recursos propios de los pueblos del Sáhara Occidental.

Asociaciones agrarias como la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) están llevando estos días actos de protesta contra el convenio, que consideran muy negativo para el sector en España.

Los europarlamentarios del Partido Popular (PP) han pedido el rechazo al acuerdo y que, en el caso de aprobarse, éste incluya mecanismos de compensación, así como que se luche contra su incumplimiento con sanciones.

En las filas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), también se critica el convenio comercial precisamente porque no da garantías de que se impondrán multas a Marruecos si exporta más de lo permitido o no respeta las mínimas condiciones fitosanitarias o de respeto a los derechos de sus trabajadores.

El debate sobre el acuerdo tendrá lugar mañana martes por la tarde en Estrasburgo (a las 17.00 GMT), mientras que el voto en pleno llegará el jueves al mediodía.

Por un lado, se votará una resolución conjunta sobre el acuerdo, que aboga por su aprobación, y por el otro se someterá a votación un informe de recomendación del eurodiputado francés José Bové (Verdes), que pide votar en contra del pacto al considerar que dañará al sector comunitario de frutas y verduras.

De ratificarse el jueves, el acuerdo estará vigente al menos diez años.