Los bomberos esperan controlar hoy, antes de que vuelva a soplar el viento con fuerza, el gran incendio de los últimos días en Córcega, donde ya han ardido 6.000 hectáreas y ocho personas han sido detenidas como presuntos pirómanos.

El comandante de los bomberos Bruno Maestracci explicó que el objetivo de los hombres que trabajan sobre el terreno es controlar el fuego en el monte de Aullène, al sur de la isla, porque se prevé que el viento se pueda reavivar, como ocurrió la semana pasada.

Maestracci dijo a la emisora de radio "France Info" que hay prisa por extinguir este incendio porque en los últimos días se han registrado varias decenas de focos, que en buena medida parecen provocados.

En Aullène, donde ya se han calcinado unas 3.500 hectáreas de bosque y monte bajo, 400 bomberos han estado trabajando en las últimas horas, apoyados ayer por ocho aviones y por helicópteros Puma.

Por otro lado, hoy se supo que los dos presuntos pirómanos arrestados ayer en la isla son bomberos voluntarios.

Uno de ellos es un joven de 22 años detenido en su domicilio de Cargèse ante las sospechas de que provocó varios incendios y que ha reconocido haber encendido fuegos en el monte en la primera mitad de julio.

Con los de ayer son en total ocho los presuntos pirómanos arrestados en los últimos días en Córcega, dos de los cuales -jóvenes ganaderos de unos veinte años- fueron condenados ayer a penas de prisión firme por el procedimiento de comparecencia inmediata.

Jean-Baptiste Bourdiec, de 21 años, fue sentenciado a dos años de cárcel firme por haber hecho varios fuegos cerca de Rapale, al norte de Córcega, mientras Guillaume Emmanuelli, de 24 años, recibió una pena de ocho meses de prisión firme por conducir el coche en el que iban ambos, según han dicho, borrachos.