España conocerá por fin, después de cinco años de batalla legal, cómo y cuándo podrá tomar posesión del tesoro de "La Mercedes", descubierto y rescatado por Odyssey tras más de dos siglos sumergido en el Atlántico y custodiado ahora en un lugar secreto de Florida.

El juez Mark Pizzo, el mismo que hace ya más de dos años dio la razón a España y dijo en una sentencia que el tesoro le pertenecía, convocó hoy a ambas partes para el próximo viernes en el Tribunal Federal de Tampa, en la costa oeste de Florida.

Allí les detallará que, después de que Odyssey haya agotado los posibles recursos, la compañía estadounidense de exploración submarina deberá ejecutar la sentencia y entregar a España la custodia del tesoro, valorado en más de 50 millones de dólares.

El tesoro está compuesto por más de medio millón de monedas de oro y plata de la época de Carlos IV y acuñadas en Lima en 1803, además de otros objetos de valor.

La sentencia de Pizzo establecía que Odyssey debía entregar en un plazo de diez días el tesoro que extrajo del pecio de "Nuestra Señora de las Mercedes" hallado a más de 1.100 metros de profundidad frente a las costas del Algarve (Portugal).

Para tratar de garantizar que no queda ningún fleco suelto cuando el viernes se ordene la ejecución de la sentencia, España ha presentado a Pizzo una moción, a la que Efe tuvo acceso hoy, en la que detalla qué aspectos del traspaso pueden ser conflictivos y cómo cree que se ha de proceder.

Uno de esos detalles es quién debe asumir los costes del almacenaje del cargamento durante los últimos cinco años y los relacionados ahora con su desembalaje y envío a España.

"España ha sido informada de que, si se lo ordena la Corte, Odyssey permitirá la liberación del material", pero la compañía cree que "los gastos deben ser asumidos por España", explica la moción interpuesta por la defensa española.

En ese sentido, advierte que Odyssey le ha comunicado que, a su entender, "la devolución 'a España' significa permitir que España retire los artefactos del almacén, sin ningún trabajo o servicio suministrado por Odyssey".

"Teniendo en cuenta que una vez que se ordene la liberación del tesoro Odyssey ya no tendrá el deber de custodiar la carga", España también pide que se le conceda el control de la supervisión y entrega del los objetos.

La defensa española también llama la atención sobre el hecho de que el tesoro "fue retirado del fondo del mar al otro lado del Océano Atlántico y transportado (a EEUU) sin autorización", y dice que por ello "Odyssey debe ser responsable de los costes razonables de su devolución a España".

España sugiere, además, que se "ordene a Odyssey que certifique ante el Tribunal que ha pagado y pagará todos los costes y gastos del traspaso de la custodia -incluidos los derivados del almacenaje- hasta el momento en que la liberación del material se haya completado".

Otro asunto que le preocupa es que el cargamento entregado incluya la parte del tesoro que Odyssey dejó en Gibraltar antes de trasladarlo a EEUU y pide a Pizzo que lo deje claro en su orden de ejecución de la sentencia.

Igualmente, "España solicita que se requiera a Odyssey que, antes de la liberación del cargamento, proporcione los registros, inventarios y/o catálogos para que los artefactos puedan ser tenidos en cuenta y el cumplimiento de la orden del Tribunal sea verificado".

Alerta también de que unas 200 monedas están guardadas en cajas transparentes "aparentemente con la intención de promocionar su venta" entre coleccionistas, por lo que pide que se ordene su desempaquetado previo.

España quiere que se detalle en qué tipo de químicos se conserva el 99 % de las monedas, para determinar qué pasos debe dar antes de trasladar el tesoro, algo a lo que la empresa encargada de almacenar el material se ha negado a hacer hasta el momento alegando que era "secreto comercial".

Por último, el Estado español propone contar con un dispositivo de seguridad durante el traslado por carretera del cargamento, desde el almacén hasta el aeropuerto de donde partirán los aviones.

En su moción, las autoridades españolas informan al juez de que pretenden contar con un equipo técnico de personal del Museo Nacional de Arqueología y del de Arqueología Subacuática presente durante el proceso para examinar y contabilizar el material.

Luego, aviones españoles lo transportará a "un lugar seguro" de España, para lo que la embajada de España en EEUU y el consejero de Defensa están coordinado los arreglos oportunos con el Gobierno de este país.