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"España se dirige a la Edad del Bronce"

Nature alerta de que el presupuesto español para I+D es 'un fuerte golpe a la ciencia'

JAVIER YANES

Una semana después de que Nature Cell Biology, una de las publicaciones spin-off del grupo editor Nature, situara en su punto de mira el presupuesto español para I+D en 2010, la crítica sube de tono. Esta vez lo hace en la revista Nature, el mascarón de proa del grupo, y en términos aún más duros; si el anterior artículo se centraba en la confusa ensalada de cifras que el Gobierno español ha ido dosificando, ahora el título de la pieza deja clara la tesis en forma de grave oráculo: 'No hay vuelta atrás'.

El editorial arranca elogiando el empeño del Gobierno socialista en la primera legislatura, con logros como doblar el presupuesto destinado a ciencia, la creación de un ministerio específico y la puesta al frente de una persona con credenciales en la ciencia y la empresa, Cristina Garmendia.

Ahí acaba el aplauso. Quien primero recibe la de arena es la propia Garmendia, a quien Nature achaca 'inexperiencia política', 'lentitud' a la hora de poner en marcha el nuevo ministerio y falta de 'peso político para convencer al Gobierno'. La publicación no celebra el magro aumento de los fondos en la negociación parlamentaria y califica el resultado como 'un fuerte golpe a la base investigadora del país'.

Como ya hiciera su revista hermana, Nature alerta del riesgo de incentivar la empresa tecnológica arrumbando la investigación básica, un enfoque 'simplista y caduco' que 'no es una sabia manera de responder a la crisis financiera'. Recuerda los casos de Alemania y Grecia, que con gobiernos de distinto signo han recortado el gasto público 'excepto en investigación y educación'.

La largamente esperada Ley de la Ciencia tampoco sale indemne. Nature atribuye el retraso del nuevo marco legislativo a la resistencia a flexibilizar el sistema funcionarial de la ciencia para equipararlo al de las grandes potencias científicas: 'Algunas partes del Gobierno no quieren excluir a los científicos de las normas que se aplican a otros funcionarios', explica.

El artículo concluye evocando la histórica Edad de Plata de la ciencia española en el primer tercio del siglo XX (que erróneamente sitúa en el XIX): si los científicos españoles creían dirigirse a una segunda Edad de Plata, 'ahora bromean con que España se dirige a la Edad del Bronce. Pero no se ríen'.

Entre quienes no se ríen están los 3.000 científicos que firmaron recientemente un Manifiesto por la investigación contra los recortes en I+D. La portavoz de esta plataforma, Noemí Cabrera, se queja de que el Gobierno 'ni siquiera ha hecho acuse de recibo'. El colectivo ha anunciado próximas movilizaciones.

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