Las fuerzas de seguridad analizan el material hallado en un zulo de la banda terrorista ETA que está mañana han encontrado unos obreros de la construcción en Los Molinos, un municipio situado en la carretera A-6 pero más al norte, en la sierra de Guadarrama, a unos 52 kilómetros de Madrid, según han confirmado fuentes del Ministerio del Interior. Tras una primera inspección, los expertos policiales consideran que el zulo llevaba varios años abandonado por la banda terrorista.

Fuentes policiales han concretado que en el interior del escondite, hallado de forma fortuita al derribarse un muro durante unas obras, apareció un bidón donde entre otros elementos, se ha encontrado una pistola, un recipiente de polvo blanco, un anagrama de ETA, así como un temporizador.

El Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (Gedex) de la Guardia Civil se ha desplazado al lugar donde se ha encontrado el zulo, que fue descubierto esta mañana cuando un operario trabajaba con una excavadora. Las Fuerzas de Seguridad del Estado ya están analizando los objetos encontrados, en especial un recipiente con polvo blanco que estaba almacenado dentro del zulo, y han puesto en marcha  la búsqueda de huellas o de cualquier pista sobre los terroristas que las han dejado allí.

De confirmarse el dato de que el zulo llevaba meses abandonado por la banda terrorista, se deduce que el escondite no habría sido utilizado para cometer el último atentado perpetrado por ETA en Madrid. El atentado se basó en la colocación de una furgoneta-bomba en el parque Ferial Juan Carlos I el pasado mes de febrero, que no causó víctimas pero sí daños materiales.

El vehículo, una furgoneta Peugeot Partner cargada con unos 80 kilos de explosivos, fue robada apenas unas horas antes en la localidad de Navalagamella, a 50 kilómetros de donde ahora ha sido hallado el escondrijo de la banda.

El último zulo de ETA localizado por las Fuerzas de Seguridad fue encontrado el pasado mes de febrero en la localidad guipuzcoana de Ordizia.

En aquella ocasión, el hallazgo también fortuito, cuando una persona que paseaba por una zona boscosa de Ordizia, descubrió que había un bidón semienterrado, por lo que avisó a la Ertzaintza.

El zulo estaba abandonado desde hacía al menos diez años y guardaba en su interior unos ocho kilos de dinamita francesa caducada y en muy mal estado, una pistola, cartuchos, detonadores antiguos, manuales de la banda terrorista, así como pasamontañas y pelucas.