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El embajador de EEUU admite que la elección de Obama puede mejorar las relaciones

EFE

El embajador de Estados Unidos (EEUU) en España, Eduardo Aguirre, ha reconocido hoy que la elección de Barack Obama puede ser "una nueva oportunidad" para que el presidente electo de su país y el del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, "establezcan una relación personal favorable".

En un encuentro con periodistas en Barcelona, Aguirre, nombrado por la Administración Bush hace tres años y medio, y que ha decidido dejar el cargo el 20 de enero, coincidiendo con el relevo en la Casa Blanca, admitió hoy que la relación personal entre Bush y Zapatero "no ha sido la que podía haber sido" y que con Obama "sí puede haber la oportunidad de que (ambos) se encuentren y se conozcan".

Pese a todo, Eduardo Aguirre entiende que "las relaciones entre EEUU y España tienen que ser mucho más que la relación entre dos personas" y, en este sentido, ha calificado de "buena" la sintonía entre la actual Administración norteamericana y la española al tener muchos intereses comunes en ámbitos como la OTAN o la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.

Aguirre opinó también que la elección de Barack Obama ha creado expectativas distintas en Estados Unidos y el resto del mundo que, en ocasiones, "no son exactamente compatibles".

"El resto del mundo cree que Obama será un mago y eliminará todos sus problemas, pero eso no es realista", advirtió el embajador, quien añadió que cuando tome posesión del cargo "veremos cuáles son las prioridades del presidente Obama".

En relación con la promesa de Barack Obama de cerrar la prisión de Guantánamo, el embajador se preguntó acerca de "¿dónde vamos a enviar a estar personas" y especuló también sobre si los españoles estarían dispuestos a acoger en su territorio a combatientes talibanes.

Aguirre, que no ocultó su cercanía y "admiración personal" por el presidente George W. Bush, expresó su convencimiento de que "la historia va a ser generosa" con él, pues, a su juicio, "es difícil concebir que otra persona lo hubiera hecho mejor", teniendo en cuenta las circunstancias "tremendas" de su mandato, entre ellas los ataques terroristas del 11-S.

El embajador, nacido en Cuba y que llegó a los Estados Unidos a los 15 años, expresó su convencimiento de que "por supuesto" puede haber en los próximos años un candidato hispano con posibilidades de acceder a la presidencia de su país porque los norteamericanos han demostrado en las últimas elecciones que "están dispuestos a votar por las personas, más allá de su condición" racial o su género.

Preguntado por su eventual papel para que España estuviera presente en la reunión de los países del G-20 en Washington, Aguirre se limitó a decir que "España, como octava potencia económica del mundo y por su relevancia, tenía buenas razones para estar ahí, y ahí estuvo", mientras consideró que "la parte que tuve yo no me corresponde a mí explicarla".

El embajador de EEUU eludió también pronunciarse sobre las opciones de la petrolera rusa Lukoil para tomar el control de Repsol porque "rehúso meterme en los asuntos internos de España".

Respecto de su estancia en España, en la que ha llegado a visitar 45 provincias, resumió que "a nivel personal mejor no pudo ser", puesto que fueron "tres años fenomenales" y una experiencia "mágica y genial".

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