La práctica de treinta minutos de ejercicio físico de tres a cuatro días a la semana reduce un 40 por ciento el riesgo de sufrir cardiopatía isquémica o la disminución del riego sanguíneo en el corazón.

La actividad física de larga duración, intensidad individualizada y realizada con asiduidad "produce una serie de adaptaciones a distintos niveles, responsables de los beneficios para la salud", ya que existe una relación inversa entre el riesgo de enfermedad coronaria y los accidentes cardiovasculares con el ejercicio habitual, según ha afirmado hoy la cardióloga Araceli Boraita.

De hecho, la práctica de ejercicio disminuye, además, el 34 por ciento de sufrir hipertensión arterial y el 25 por ciento la sensibilidad a la insulina, por lo que se reducen las dosis necesarias en diabéticos que dependen de la misma, y mejora la relación del "colesterol malo" y el "colesterol bueno" en un 10 por ciento.

La cardióloga del Consejo Superior de Deportes (CSD) ha incidido en que "es imprescindible concienciar a la población y a los médicos que es igual de necesario hacer ejercicio como lo es cumplir con un tratamiento farmacológico para tratar la enfermedad cardiovascular", según ha informado la Sociedad Española de Médicos Generales (SEMG) en un comunicado.

La actitud sedentaria supone un factor del peligro cardiovascular "tan importante como el tabaquismo, la hipertensión arterial o la diabetes, y mayor incluso que la obesidad", ha recordado Boraita, puesto que "el efecto del sedentarismo en una persona con peso adecuado supone más riesgo de este tipo del que puede sufrir una persona obesa que practique ejercicio".

Al mismo tiempo, el ejercicio físico es una herramienta para paliar el síndrome metabólico, es decir, la obesidad central definida como un perímetro de cintura igual o mayor a 94 centímetros en hombres y 80 en mujeres, además de presentar algunos factores de riesgo entre los que se encuentran el alto nivel de triglicéridos o los niveles altos de glucosa.

Los expertos plantean como aspectos fundamentales al realizar la actividad la regulación de la intensidad, la periodicidad y la capacidad funcional mediante medición de la frecuencia cardíaca.

Según la última Encuesta Nacional de Salud, más de un 18 por ciento de los niños españoles de edades comprendidas entre los 2 y 17 años tienen sobrepeso, mientras que en los adultos más de un 38 por ciento presenta sobrepeso y más de un 15 obesidad.