La Policía Nacional ha detenido a dieciséis ciudadanos de Mali por tráfico ilegal de personas, que entraban en España camuflados como falsos músicos para después viajar a otros países europeos.

Los grupos musicales estaban integrados por seis u ocho miembros, de los cuales solo uno o dos eran realmente músicos, según un comunicado de la Policía.

La organización estaba asentada en la localidad barcelonesa de Caldas de Montbui y sus cabecillas dirigían diversas asociaciones vinculadas a la cultura africana en Cataluña que utilizaban para organizar eventos culturales o conciertos en distintos municipios catalanes.

Esta red, que introducía de manera ilegal a ciudadanos malienses en Europa a cambio de grandes sumas de dinero, ha sido desarticulada con la detención de doce personas en Barcelona y otras cuatro en Madrid.

También se realizaron dos registros en los domicilios de los cabecillas en los que se intervinieron 2.500 euros, pasaportes falsos de Mali y otros documentos falsos del consulado de España en Bamako.

La investigación comenzó a principios del pasado mes de junio, cuando se detectó la llegada a Barcelona de un supuesto grupo musical de ciudadanos de Mali que posteriormente no regresó a su país, incumpliendo su permiso de estancia en España, y que en su mayor parte viajó a Francia.

La organización aprovechaba las fiestas patronales, locales y religiosas, como la celebración musulmana de la "fiesta del cordero", para solicitar a los ayuntamientos cartas de invitación para los supuestos grupos de música y justificar su entrada en España.

Los responsables de la red firmaban supuestos contratos con músicos reales del país africano, que presentaban en el consulado de España en Bamako (Mali), junto con cartas de invitación realizadas por diversos ayuntamientos de la provincia de Barcelona, como Caldes de Montbui y Sabadell, para obtener los visados correspondientes.

El grupo contaba con contactos de ciudadanos malienses que trabajaban en el consulado de España en Mali para obtener citas y acompañar a los artistas a presentar las solicitudes y poder trasladarse a continente europeo.

Estos empleados cobraban ciertas cantidades por estas gestiones y mantenían una relación directa con las asociaciones investigadas.

Una vez que conseguían los visados y lograban entrar en España, los miembros de la banda retiraban esa documentación a los viajeros, que eran trasladados hasta las ciudades donde residían familiares suyos, principalmente a Francia.

Los músicos reales realizaban los conciertos contratados acompañados de residentes legales en Cataluña para no levantar sospechas.

Cuando terminaban las actuaciones regresaban a Mali llevando consigo los pasaportes de los ciudadanos que no volvían a su país para justificar ante el consulado el aparente retorno de todo el grupo de música.

La investigación ha sido desarrollada por el Grupo Operativo Especial (GOE) II de la Brigada Central de la Comisaría General de Extranjería y Frontera, el Grupo IV de la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de Barcelona, el Grupo VIII de la UCRIF de Madrid, Agregados de Interior en Mali y Control de Vuelos del Aeropuerto de Madrid-Barajas.