La derecha israelí ganará las elecciones generales del próximo 10 de febrero, según una encuesta difundida hoy por el diario Haaretz.

El derechista Likud, encabezado por Benjamin Netanyahu, obtendría 28 de los 120 escaños del Parlamento israelí (Kneset), frente a los 25 del gobernante Kadima, dirigido por la actual viceprimera ministra y titular de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni.

Pero el avance de la derecha no estriba sólo en esos cuatro escaños, sino en el aumento de intención de voto de otros partidos como Yisrael Beiteinu (Israel Nuestro Hogar), encabezado por el radical Avigdor Lieberman que obtendría 15 escaños, superando así al partido Laborista, que contaría con 14 actas parlamentarias.

El bloque derechista también ser ve reforzado por el apoyo a los partidos religiosos Unión Nacional y Habayit Hayehudi (Hogar Judío), que obtendrían entre ambos siete escaños, que se suman a los diez que lograría el ultraortodoxo Shas, que ya ha anunciado que apoyará a Netanyahu.

La representación del pacifista Meretz se reduciría a cinco diputados, según el sondeo.

"La nación ha decidido irse hacia la derecha", asegura el diario Haaretz en su portada al analizar los datos arrojados por la encuesta, que cuentan con un margen de error de un cuatro por ciento.

En una entrevista concedida a este medio la candidata del Kadima asegura que, si Netanyahu se convierte en primer ministro, Israel "perderá su habilidad de lograr una coalición internacional" contra las amenazas que representan Irán, Hizbulá y Hamás.

Livni no rechazó la posibilidad de incorporar a la extrema derecha que representa Lieberman en una coalición que le permita gobernar.

Las elecciones israelíes se celebrarán pocas semanas después de la mayor ofensiva militar contra la franja de Gaza, una guerra que ha sido masivamente apoyada por la población y que ha causado la muerte de más de 1.400 palestinos y de 13 israelíes.