El sueño de cualquier ser humano: cien años muerto y la gente todavía se reúne para recordarte. Muchas y buenas cosas debió hacer el que consigue semejante hazaña. Como Isaac Álbeniz, el músico español más internacional, que murió tal día como ayer de 1909. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, acudió a la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) para apoyar con su presencia el trabajo que se ha hecho desde esta institución para recordar al maestro español.

Centenario y Albéniz no parecen las palabras más atrayentes en este período que vivimos, esta era del click. Sin embargo, no es aconsejable dejarse cegar por nuestra glotona inmediatez y, como recordó este lunes una primaveral González-Sinde, conviene rescatar los valores de Albéniz, esos que no se deterioran con el paso del tiempo. 'Afán de inconformismo, búsqueda para brotar con una fuerza nueva, espíritu global y aperturista', enumeró la ministra.

Tanto González-Sinde como la presidenta de la SECC, Soledad López, incidieron en la importancia de acercar la figura de Albéniz a los niños y jóvenes. Ardua, mastodóntica tarea, teniendo en cuenta que combaten contra la PSP y el Barça de Guardiola. 'En el programa de actividades de la SECC destacan los conciertos pedagógicos, con alumnos de conservatorios', explicó López.

La SECC se ha volcado con Albéniz. Durante 2009 y 2010 ha preparado recitales en una veintena de localidades incluidas París, Viena y Praga, dos grandes exposiciones una en Madrid y la otra itinerante, un simposio internacional y una edición conmemorativa con dos películas y una biografía del autor de Suite Iberia.