Un infarto de corazón, el buen humor y la amistad unen a dos personajes de universos antagónicos en la Roma tosca y familiar de "Cuestión de corazón", el largometraje de la italiana Francesca Archibugi que ha sido presentado hoy en la sección oficial de la 30 Mostra de Valencia.

Angelo (Kim Rossi) y Alberto (Antonio Albanese) son los protagonistas de esa amistad que se fragua en la habitación de un hospital con el diálogo ágil de dos hombres que valoran la sonrisa y el optimismo frente a las puertas de una muerte inminente.

El primero -dueño de un taller de coches, más joven, más guapo, más rico y con una familia y vida más resuelta- se enfrenta al salir del hospital a una recuperación con una pendiente hacia arriba y con la sombra del pasado de su padre que murió a los cuarenta por otro infarto.

Alberto, sin embargo, gira la esquina hacia la dirección opuesta: sin inspiración para escribir, sin dinero para pagar un alquiler y sin enamorarse de una mujer preciosa que le adora, pero, al contrario que su amigo, con un corazón que late fuerte y más saludable que el de Angelo.

Esos dos caminos volverán a encontrarse al quedarse Alberto en la ruina, solo y desamparado en una amistad en la que el escritor se acercará al mecánico para aprender a conducir y abrillantar coches antiguos, y el segundo creará su propia historia de vida para el amigo: un plan para que se encargue de su familia y su legado.

La directora Archibugi, que no ha podido asistir a la presentación de su película en Valencia por "obligaciones con Hacienda", consigue con un guión bien hilado y acompasado hacer sonreír al espectador y a sus personajes ante la muerte y el miedo a ésta.

La edición Mostra de Valencia llega con la presentación esta película al ecuador del certamen que mañana ofrece el pre-estreno de "A la deriva", del catalán Ventura Pons, y que el próximo jueves entregará sus premios de la competición de la sección oficial.