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Las cuatro grandes enseñas de Nueva Rumasa entrarán en concurso de acreedores

EFE

Las cuatro grandes enseñas de Nueva Rumasa entrarán en concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos, después de que hoy lo solicitaran la láctea Clesa y la empresa de batidos Cacaolat, que se suman al fabricante de postres Dhul y a Carcesa, que cuenta con el tomate Apis o los zumos Fruco.

Las cuatro empresas, que dan trabajo a más de 2.200 personas, tenían unas deudas de 577,8 millones de euros en 2009, el último año en el que figuran sus cuentas ante el Registro Mercantil.

De las más de 30 empresas del entramado de la familia Ruiz-Mateos amenazadas por la insolvencia, un total de nueve entrarán con seguridad en concurso de acreedores.

Fuentes cercanas a Nueva Rumasa han explicado a Efeagro que la intención es presentar suspensión de pagos para otras cuatro empresas del Grupo Garvey -Complejo Bodeguero Bellavista, Teresa Rivero, Zoilo Ruiz-Mateos y Bodegas Valdivia- y para Quesería Menorquina.

Los problemas no acaban en las empresas que se acogieron al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que da hasta cuatro meses de plazo para intentar renegociar la deuda con los acreedores.

El fabricante de helados Royne, que en principio no está entre ellas, ha presentado un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) de seis meses de duración para 172 trabajadores de su fábrica de Leganés (Madrid).

Esos despidos temporales se suman a los dos procesos emprendidos por Clesa para 307 trabajadores de la planta de Madrid y para 123 de los 150 trabajadores de la plantilla de Caldas de Reis (Pontevedra).

Ante la tensión que sufren los trabajadores de las empresas de Nueva Rumasa, CCOO ha pedido un pacto global que articule una solución para todos los empleados y no una salida a través de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que la familia Ruiz-Mateos podría no pagar las cantidades que le corresponderían en esos procesos.

El secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Jesús Villar, ha avanzado que éste es el objetivo de la reunión que mantendrán este sindicato y UGT el próximo 22 marzo con el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), la Dirección General de Trabajo y Nueva Rumasa.

Según datos de CCOO, Nueva Rumasa adeuda seis millones de euros a los trabajadores por impago de nóminas y pagas extra, "aunque es una cifra que hay que ir actualizando día a día a medida que se acumulan esos impagos".

Los importes adeudados oscilan en función de las compañías: en algunas empresas del Grupo Garvey o de Carcesa hay un retraso de una paga, mientras que a los trabajadores de Clesa se les deben dos pagas extras y las mensualidades de enero y febrero.

El FOGASA se ha comprometido a hacerse cargo de las deudas salariales con los trabajadores hasta un máximo de 150 días (equivalentes a cinco meses), con lo que se convertiría en acreedor de Nueva Rumasa.

Las Comunidades Autónomas donde se encuentran las empresas de Nueva Rumasa mantienen en los últimos días contactos para intentar garantizar la viabilidad de las respectivas compañías.

Por ejemplo, el consejero de Economía e Industria de la Xunta de Galicia, Javier Guerra, anunció hoy que mantiene conversaciones con dos cooperativas lácteas y tantea a otros fabricantes del sector, en busca de interesados en hacerse cargo de la fábrica de Clesa en Caldas.

Por su parte, el Gobierno balear ha otorgado hoy un préstamo sin intereses de un millón de euros a Quesería Menorquina para que pague a sus proveedores y pueda así continuar su actividad y mantener los puestos de trabajo mientras se resuelve el futuro de la empresa.

Los administradores concursales de Dhul también han conseguido ya dar pasos para intentar garantizar la viabilidad de la empresa, dado que la Seguridad Social ha levantado el embargo de las cuentas de los clientes, lo que permitirá recibir ingresos para la progresiva puesta en marcha de la planta de Granada.

Mientras tanto, en Barcelona, los trabajadores de Cacaolat se concentraron hoy ante la planta de la empresa para protestar por la gestión de la familia Ruiz-Mateos que ha llevado al concurso a la firma catalana, que compró en 2007 a Parmalat junto a Clesa, Royne, La Levantina, Santal y Letona.

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