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Crecen las sospechas sobre Kundera

Un viceministro comunista puso en 1952 al escritor checo como ejemplo por denunciar a los 'enemigos de la patria'

GUILLEM SANS MORA

La tempestad se había calmado casi por completo. Hace un año, la revista checa Respekt y el Instituto de Investigación sobre el Totalitarismo en Praga acusaron al escritor Milan Kundera de haber denunciado a un espía anticomunista en 1950. Como resultado, Miroslav Dvoracek, un estudiante que tenía entonces 22 años, fue condenado a muerte, pena que finalmente fue conmutada por 14 años de trabajos forzados. Kundera negó las acusaciones y encontró apoyo de personalidades destacadas en su país de origen y en el extranjero.

No se había vuelto a hablar del caso hasta el pasado martes, cuando el diario checo Lidové noviny informó de un documento que refuerza las sospechas contra el escritor. Se trata del manuscrito de un discurso que el entonces viceministro de Seguridad Nacional, Jaroslav Jerman, pronunció en 1952. En él, Jerman celebra la cooperación de la ciudadanía contra los 'enemigos nacionales' y pone como ejemplo la actuación del 'estudiante M. K.' en el caso Dvoracek.

'Este nuevo documento demuestra que el informe policial que desató el escándalo el año pasado es auténtico', señala a Público el historiador checo Petr Koura, estudioso del totalitarismo en el Instituto para la Historia Moderna de la Academia de Ciencias. Por su parte, los defensores de Kundera argumentan que podría tratase de una falsificación.

El manuscrito del discurso 'no prueba de manera definitiva' la implicación de Kundera en el caso, dice Koura, pero sí 'agudiza las sospechas'. Tiene menos dudas la mujer de Dvoracek, quien declaró a Lidové Noviny que no le extrañaría que Kundera hubiera denunciado a su marido, a juzgar por 'su ardor estalinista'. 'Yo nunca lo dudé. Pero no puedo olvidar ni perdonar', dice.

'Kundera dijo a la Policía que en la residencia de estudiantes había una persona sospechosa'

El hallazgo no aclara del todo qué papel jugó exactamente el escritor, quien a sus 80 años reside en París. Kundera se limitó a negar las acusaciones, pero no respondió a un cuestionario que Respekt le envió por fax antes de publicar la información. Su negativa alimentó todo tipo de teorías. Koura las critica porque las conjeturas no procedían de historiadores con la formación necesaria para interpretar un informe policial de 1950.

El manuscrito ofrece nuevas pistas sobre otras personas relacionadas con el caso, especialmente una compañera de estudios de Kundera. 'Quien sabía que el denunciado era un disidente que espiaba para los servicios secretos británicos no fue Kundera, sino su compañera', interpreta Koura después de leer el documento. 'Kundera dijo a la Policía que en la residencia de estudiantes había una persona sospechosa, pero sólo su compañera sabía el porqué de las sospechas'.

En cualquier caso, Koura espera que no se repita ahora la falta de rigor del debate del año pasado. 'Se pronunció mucha gente que no había estudiado a fondo los expedientes de los archivos', dice. Es el caso del ex presidente checo Vaclav Havel, quien se explayó en declaraciones exculpatorias como esta: 'Aunque hubiera denunciado a la Policía que un espía se estaba escondiendo, hay que tener en cuenta la época'. También 11 escritores defendieron a Kundera en una declaración de solidaridad. Ninguno conocía las prácticas del estalinismo más que de oídas. Entre ellos se encontraban Juan Goytisolo, García Márquez y Carlos Fuentes.

 

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