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Crece la presión sobre BP mientras avanza el vertido de crudo

Reuters

Por Matthew Bigg

El Gobierno de Estados Unidos aumentaba la presión el lunes sobre la petrolera BP, en un intento por limitar el desastre ecológico que está provocando el vertido de uno de sus pozos en el Golfo de México.

A medida que las aguas ennegrecidas por el crudo rodeaban las costas de Luisiana, la británica BP recibía fuertes críticas y la presión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que frene o controle lo que se está convirtiendo en el peor vertido petrolero en la historia estadounidense.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo que el Departamento de Justicia forma parte de la investigación oficial sobre el vertido, producido tras la explosión y hundimiento de una plataforma que perforaba un pozo para BP, aunque un funcionario aclaró que no se trata de un proceso penal.

Holder ha enviado dos altos representantes de justicia a Nueva Orleans. "Estamos allí para intentar asegurar que BP se haga cargo de su responsabilidad en el vertido", afirmó.

La Casa Blanca reiteró el compromiso del presidente estadounidense, Barack Obama, para asegurar que BP pague el precio.

La enorme mancha de crudo cubre un área estimada de 208 por 112 kilómetros y amenaza el transporte, la vida salvaje, las playas y una de las zonas de pesca más fértiles de la nación.

El Gobierno estima que se están vertiendo unos 795.000 litros de petróleo al día en el Golfo, y Obama definió la situación como "un desastre ecológico masivo y posiblemente sin precedentes".

El consejero delegado de BP, Tony Hayward, tenía previsto reunirse con los secretarios de Interior y de Seguridad Nacional y otros funcionarios estadounidenses para discutir cómo controlar el creciente vertido.

EL CLIMA DIFICULTA LOS TRABAJOS

Hayward reconoció el lunes la total responsabilidad de la compañía, un día después de que el secretario del Interior de Estados Unidos, Ken Salazar dijera que su trabajo consiste "básicamente en mantener una bota en el cuello de British Petroleum" para que cumpla totalmente con sus responsabilidades legales.

"Somos responsables, no por el accidente, pero somos responsables por el petróleo y por lidiar con éste y limpiar la situación", dijo Hayward al programa "Today" de la cadena NBC.

El directivo también explicó a la emisora National Public Radio que la compañía pagará "todos las reclamaciones legítimas" resultantes del vertido.

En Luisiana, el primer punto de impacto del crudo, el difícil clima seguía complicando los esfuerzos por situar barreras que mantengan el petróleo lejos de la costa.

"Es realmente malo. Me refiero a que no pueden bajar las barreras en este clima (...) Estaba camino al trabajo hoy pero nos mandaron de vuelta debido al clima", dijo a Reuters el pescador Thomas Tiser, uno de los muchos reclutados para la limpieza.

Habitantes de toda la costa del Golfo luchan contra el derrame. "Existe la posibilidad de que perdamos completamente nuestra actividad pesquera. Me refiero no sólo a los clientes, sino a todo", dijo Ross Barkhurst, dueño de un barco en Venice.

Los analistas estiman que el los costes totales tras la explosión y el hundimiento de una plataforma de perforación gestionada por la suiza Transocean hace casi dos semanas podrían superar los 14.000 millones de dólares (unos 10.500 millones de euros).

Hayward dijo que las opciones técnicas que maneja la compañía para sellar la brecha incluyen un sistema subacuático de contención que capturará el petróleo y lo conducirá a un petrolero en la superficie. Otra posibilidad es cavar un pozo de alivio.

"El peor escenario sería si tuviéramos que trabajar en la contención durante dos o tres meses mientras se perfora el pozo de alivio", dijo.

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