Tim Kring, el creador de la serie Héroes, es un viejo rockero de la ficción televisiva. Empezó allá por 1985 con El coche fantástico o Chicago Hope para lanzarse al estrellato con Crossing Jordan y, sobre todo, con la citada Héroes, de la que hoy se pone a la venta su tercera temporada.

Mezcla de thriller y serial sobre unos superhéroes anónimos, la serie es un buen punto para saber dónde está y dónde puede llegar la ficción televisiva estadounidense. Para Kring, el cielo es el límite: 'La televisión ha cambiado mucho. Si en los ochenta me hubieran dicho que además de por televisión podrías ver series en tu móvil o Internet y completar la información vía cómic, nunca lo habría creído. Gracias sobre todo a Perdidos, ha cambiado la forma de producir ficción en EEUU'. De hecho, ha sido su influencia fuera de la televisión, copiada al dedillo de la de la serie de los náufragos, la que ha mantenido a flote Héroes, a pesar de tener una audiencia, por decirlo eufemísticamente, pendular. 'Hemos cometido errores, sí. Nos hemos dado cuenta de que lo que provocaba la empatía con el público era conocer el pasado de los personajes. Eso nos faltó en la segunda temporada y lo recuperamos en la tercera'.

Pero Kring no sólo se ha limitado a tomar ideas prestadas de Perdidos, cuyo creador, Damon Lindelof, fue su alumno. Como no le duele en prendas reconocer, el personaje más carismático de Héroes, la animadora que interpreta Hayden Panettiere, tiene unos problemas que a cualquier adicto a la ficción le suenan: 'Por supuesto que soy un gran fan de Buffy, Cazavampiros, pero, más allá de los referentes, lo importante es que hay una nueva generación de televidentes que demandan nuevos formatos en diferentes plataformas'.

Parece que Tim deberá ir pensando en el futuro: el primer capítulo de su nueva temporada perdió seis millones con respecto a la anterior première, un 45% menos. A ver con qué poderes se supera eso