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Cortinas, manteles y hasta los papeles de un inmigrante sirvieron para escribir duelo del 11-M

EFE

Cortinas, manteles, ropa y hasta los papeles de regularización de un inmigrante fueron, entre otros muchos, los objetos utilizados por los ciudadanos para escribir y transmitir sus manifestaciones de duelo en los altares improvisados en las estaciones afectadas por los atentados del 11-M.

Más de 70.000 piezas recopiladas en los meses posteriores a la masacre han sido inventariadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el "Archivo del Duelo", un proyecto con el que se pretende contribuir a la construcción de la memoria histórica mediante la conservación y análisis de unos objetos que, por su carácter efímero, suelen desaparecer.

Los materiales recogidos en las estaciones de tren de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y las grabaciones y fotografías realizadas por investigadores y voluntarios han servido también para estudiar la ritualización del duelo en los espacios públicos.

Un momento de crisis como los atentados del 11-M supuso la vuelta a los rituales y a la importancia de la palabra escrita, ha asegurado hoy la coordinadora del proyecto, Cristina Sánchez-Carretero, en la presentación de este archivo, junto con el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo.

Sánchez-Carretero ha resaltado la diversidad de soportes que utilizaron los ciudadanos para expresar sus sentimientos, entre los que predominaba el deseo de paz.

Entre ellos, ha recordado las cortinas que "directamente habían sido arrancadas de la casa para escribir en ella la palabra 'paz'", manteles en los que acababa de comer gente o prendas de ropa que la gente se quitaba para poder escribir en ellos sus mensajes e, incluso, los papeles de regularización de un inmigrante que los utilizó para dejar allí patente su duelo.

En total, el archivo recoge 2.482 fotografías, 495 objetos, 6.432 papeles y más de 58.000 piezas digitales, entre ellas los mensajes electrónicos recogidos en las máquinas que habilitó Renfe en las estaciones.

Sánchez-Carretero ha destacado el "carácter local" de la respuesta de los madrileños a los atentados frente a la reacción, por ejemplo, de los neoyorquinos al 11-S, en la que primaron los mensajes patrióticos y de unidad entorno al Estado basada en el miedo al terrorismo y al enemigo común.

En Madrid los mensajes eran mayoritariamente positivos: la palabra "paz" y construcción de un mundo mejor, junto con la conocida consigna "todos íbamos en ese tren", son los mensajes más repetidos en los documentos recopilados en estos lugares públicos que la ciudadanía tomó para expresarse de forma inmediata, ha explicado la investigadora.

Asegura además que las muestras de duelo "borraron" las fronteras entre la poesía y el rock y, de esta forma, "Antonio Machado y Bruce Springsteen están a la par" en estos mensajes.

Poemas originales, algunos muy elaborados, piezas de autores populares y letras de canciones se mezclan con lemas, citas bíblicas o fragmentos de Martin Luther King en estos documentos, entre los que también hay cartas dirigidas a las víctimas y crónicas con las vivencias de aquel 11 de marzo de 2004.

Los investigadores se han visto sorprendidos por la gran cantidad de iconografía religiosa encontrada en estos lugares. Así, el investigador Antonio Cea Gutiérrez ha analizado 919 testimonios católicos hallados en los altares (imágenes, rosarios, cruces, crucifijos y, sobre todo, estampas), aunque también se recogieron algunos ortodoxos y mensajes del Islam.

Los objetos y papeles recopilados de las estaciones, así como los mensajes electrónicos, fueron cedidos por Renfe al proyecto y, ahora, para garantizar el acceso a estos fondos por parte de la sociedad civil, la colección se depositará en el Archivo Histórico Ferroviario de la Fundación de Ferrocarriles Españolas para fines educativos y de investigación.

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