El enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Bosworth, se reunió hoy con las autoridades surcoreanas para analizar las nuevas amenazas nucleares de Pyongyang, que avanza en sus planes para enriquecer uranio.

Bosworth y el principal negociador de Seúl sobre el desarme nuclear norcoreano, Wi Sung-lac, analizaron la situación actual, después de que Corea del Norte anunciara ayer que ha avanzado en sus planes de enriquecimiento de uranio para producir armas atómicas.

Ambos hablaron del regreso de Pyongyang a las negociaciones a seis bandas sobre la desnuclearización del régimen comunista y apostaron por dar una respuesta conjunta al anuncio de Pyongyang, dijeron fuentes gubernamentales a la agencia surcoreana Yonhap.

Ni Bosworth ni Wi dieron más detalles de la reunión, a la espera de comparecer ante la prensa el domingo.

La visita de Bosworth a Corea del Sur comenzó ayer, el mismo día en que Pyongyang anunció que avanza en el proceso de enriquecimiento de uranio para fabricar armas atómicas, cuya "última fase" ya ha comenzado.

El enviado estadounidense también se reunió con el ministro de Unificación, Hyun In-taek, y se espera que se entreviste mañana con el titular surcoreano de Exteriores, Yu Myung-hwan, antes de partir hacia Japón.

Hyun aseguró ayer que la nueva amenaza de Pyongyang sobre su programa nuclear no afectará a las reuniones de familias separadas tras la Guerra de Corea (1950-53) previstas para finales de septiembre, uno de los principales avances en la mejora de las relaciones intercoreanas en el último mes.

El viernes, Bosworth reconoció desde Pekín, donde comenzó su gira por la región, que ha recibido una invitación de Pyongyang para reunirse con las autoridades norcoreanas, pero dijo que "por el momento no existen planes de visitar Corea del Norte".

Estados Unidos, Japón y Corea del Sur expresaron ayer su preocupación y su rechazo a la nueva amenaza norcoreana referida a su programa nuclear.