La compraventa de viviendas cayó un 17,4% durante el año 2013, hasta las 300.349, según la estadística de transacciones inmobiliarias del Ministerio de Fomento, que muestra que en el cuarto trimestre del pasado año estas operaciones se redujeron un 30,6%, hasta las 93.438 viviendas.

El departamento de Ana Pastor atribuye la caída del pasado año a que durante el cuarto trimestre de 2012 se produjo un hecho 'atípico', ya que sucedieron dos cambios fiscales que afectaron de manera sustancial a la compra de vivienda. Por un lado, el fin de la desgravación fiscal de la primera vivienda a partir del 1 de enero de 2013 y, por otro, el aumento del IVA sobre la vivienda nueva también desde esa misma fecha. Estos cambios motivaron, según Fomento, que numerosas operaciones 'maduras' de compraventa se adelantaran a 2012, produciéndose una gran concentración en el último trimestre de ese año y más concretamente en diciembre, con 69.750 compraventas escrituradas en solo un mes.

Como contrapartida, en el primer trimestre de 2013, especialmente en el mes de enero, las compraventas se redujeron de manera considerable y se escrituraron sólo 14.479 viviendas el primer mes del año, el menor dato de toda la serie histórica. Este efecto se ha ido diluyendo durante el año 2013.

De no haberse producido el efecto adelanto de las compraventas para beneficiarse de las ayudas fiscales, el Ministerio de Fomento indica que los resultados de 2013 habrían sido similares a los de 2012.

Los extranjeros siguieron siendo un motor importante del debilitado sector inmobiliario español, y supusieron el 15,8 % del porcentaje del total de compraventas en el último trimestre.

El Ministerio destaca el comportamiento de ciudades como Madrid y Barcelona, donde se produjeron incrementos interanuales en 2013 de un 6,8% y un 0,8%, respectivamente. Por comunidades, Canarias fue la única comunidad con tasas positivas, de un 1,4%, mientras que el número de viviendas vendidas cayó alrededor de un 10% en Catalunya, Comunidad Valenciana y Madrid.

El alto nivel de desempleo, la sequía crediticia y la percepción de que los precios de algunas zonas aún no han tocado suelo pese a caídas acumuladas cercanas al 40% desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008 mantienen en gran medida paralizado el sector de la vivienda en España.

El precio de la vivienda se ha anotado un descenso acumulado del 40,5% desde los máximos que se registraban en el último trimestre de 2007, según el Índice de Mercados Locales (IMIE) publicado hoy por Tinsa. Por su parte, en febrero este indicador registró una variación del 7,6% respecto al mismo mes del año anterior, situándose en niveles de julio de 2003.

Atendiendo a los niveles máximos que se alcanzaban en pleno boom del sector, los mayores ajustes se dieron en la Costa Mediterránea, con un descenso en febrero del 48,6%, seguida del registrado por las capitales y grandes ciudades, con el 43,7 % y las áreas metropolitanas, con un recorte del 43,1%. Por debajo de la media se situaron el resto de municipios, con una caída acumulada del 34,8%, y las Islas Baleares y Canarias, con un descenso del 32,8%.

Con respecto a febrero de un año antes, la costa Mediterránea fue a su vez la que sufrió el mayor recorte interanual, un 11,2%, seguida por las áreas metropolitanas y las Islas Baleares y Canarias, que presentaron ambas un descenso del 8,2%. Por su parte, el resto de municipios no incluidos en las divisiones anteriores experimentaron un ajuste bastante parecido al del índice general, del 7,3%, mientras que las capitales y grandes ciudades cerraron con la menor bajada, un 6,7%.