El calendario político cuando faltan cien días para las elecciones generales aparece cargado de citas clave tanto para los partidos, inmersos en el diseño de la campaña, como para el Parlamento, responsable de aprobar las reformas pendientes antes de su disolución, a finales de septiembre.

El Gobierno ha avanzado que celebrará dos Consejos de ministros este mes de agosto -el próximo viernes 19 y el día 26- para aprobar nuevas medidas que garanticen el cumplimiento del objetivo del déficit y promover el crecimiento.

El Congreso de los diputados y el Senado, por su parte, volverán a reunirse en septiembre.

A la vuelta de sus vacaciones los parlamentarios encontrarán una cargada agenda porque tendrán que convalidar las últimas iniciativas del Gobierno y concluir la tramitación de numerosos y variados proyectos, como la reforma de la negociación colectiva o la ley de agilización procesal.

El Congreso deberá además dar luz verde a los acuerdos alcanzados por el Eurogrupo el pasado 21 de julio, medidas en las que han depositado su confianza los líderes europeos para restablecer la tranquilidad en los mercados de deuda soberana.

Con el argumento de los deberes pendientes, el Gobierno descarta adelantar la fecha de los comicios, un debate alentado en los últimos días desde el PP, al que se sumó CiU.

Y ello aunque un eventual cambio de fecha complicaría, y mucho, el calendario que se han fijado las distintas formaciones para esbozar y poner en marcha sus estrategias electorales, y confeccionar sus candidaturas, en algunos casos por el sistema de primarias.

El PSOE tiene previsto celebrar tres foros sectoriales antes de la conferencia política que se reunirá del 30 de septiembre al 2 de octubre en Madrid, mientras que el PP ha programado reuniones temáticas que culminarán también con otra gran convención en Málaga, del 7 al 9 de octubre.

Los principales partidos cerrarán sus listas en septiembre y varias formaciones esperan a conocer las aspiraciones de sus principales militantes para organizar o no primarias, como el PSC, ERC, ICV o UPyD.

También trabajan ya con la vista puesta en el 20-N formaciones más o menos novatas en unas elecciones generales, como el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), que lidera Miguel Ángel Revilla y que no se ha presentado desde 1983, el Foro Asturias, de Francisco Álvarez Cascos, o Bildu, que ha propuesto al PNV y a Aralar diseñar candidaturas conjuntas.

El PNV ha rechazado ya públicamente esta posibilidad, mientras que Aralar se ha comprometido a reunirse con representantes de la coalición abertzale para estudiar la propuesta.

Por el momento, las encuestas coinciden en dar por segura la victoria del PP, aunque varían a la hora de otorgarle la mayoría absoluta.

Si nadie la logra, comenzarán las negociaciones para lograr respaldos a una eventual investidura y formaciones tradicionalmente claves como CiU ya han desvelado el precio de su apoyo en ese escenario: un pacto fiscal para Cataluña.

Queda también la incógnita andaluza: si el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, aguantará las presiones y mantendrá su decisión de convocar las elecciones autonómicas en marzo del año próximo o cederá y adelantará la fecha.