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Clausuran la cita empresarial con llamados a alianzas EE.UU.-América Latina

EFE

La I Cumbre Empresarial de las Américas concluyó este sábado en Cartagena después de dos días de debates, en los que se hizo patente el atractivo que tiene hoy Latinoamérica para negocios e inversiones y también que EE.UU. no quiere perder terreno en la región.

El foro empresarial, al que asistieron unos 700 empresarios del continente, fue clausurado hoy oficialmente con una charla de los presidentes de EE.UU., Barack Obama, Brasil, Dilma Rousseff, y Colombia, Juan Manuel Santos, poco antes de que diera inicio la VI Cumbre de las Américas.

Desde el viernes pasaron por esta tribuna presidentes como los de México, Felipe Calderón, Chile, Sebastián Piñera, Guatemala, Otto Pérez Molina, Costa Rica, Laura Chinchilla, El Salvador, Mauricio Funes, y Perú, Ollanta Humala.

También habló el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, además de las cabezas de algunas de las firmas más poderosas del mundo.

Santos propuso hoy a Obama y Rousseff, una alianza entre los países latinoamericanos y los Estados Unidos en el G-20 y otros foros, lo que crearía, según dijo, "una confianza con un impacto muy positivo gracias al peso específico que tendría de por sí".

Para el mandatario colombiano, las políticas económicas poco responsables y los sistemas políticos latinoamericanos fueron obstáculos para establecer alianzas con Estados Unidos, pero hoy "América Latina ha avanzado en estos dos frentes".

Además, Santos invitó a los países latinoamericanos a "dejar atrás el estereotipo que los yankees son unos imperialistas" y a los estadounidenses a dejar de pensar que los países de América Latina "están llenos de problemas".

"Somos socios trabajando por objetivos comunes y esa actitud es una tremenda diferencia porqué abre los caminos de conseguir los objetivos", afirmó.

También Dilma Rousseff habló de la necesidad de alianzas entre Latinoamérica y EE.UU., pero remarcó que deben ser "entre iguales".

La mandataria brasileña reconoció, no obstante, "la importancia de la economía de Estados Unidos", que, según dijo, sigue desempeñando un papel muy importante en América Latina" y de la que destacó su "inmensa flexibilidad".

"Tenemos que trabajar en la integración de nuestros países y nuestras economías", indicó.

Obama también abogó por reforzar la asociación con Latinoamérica para aprovechar "la muy buena posición" en la que, a su juicio, está el continente para afrontar los desafíos de la globalización y remarcó los "beneficios del libre comercio" entre los países americanos.

Según la Casa Blanca, el aumento de los lazos con América Latina dará un impulso al crecimiento en EE.UU. y creará empleos, en momentos en que la recuperación económica es uno de los asuntos que más preocupa al electorado de cara a los comicios de noviembre, en los que Obama buscará la reelección.

Las exportaciones estadounidenses a Latinoamérica han crecido casi un 50 por ciento en los dos últimos años.

Algo más del 40 % de las exportaciones estadounidenses van a la región, donde EE.UU. es además el mayor inversor extranjero.

Previamente a la charla de Obama, Rousseff y Santos habló el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, quien propuso a los empresarios de América un nuevo modelo de "gestión" económica-social en el que el Estado asuma el "rol central" y el sector privado se concentre en la "creación de empleo de calidad".

"Existe una íntima relación entre el comportamiento empresarial y la relación pobreza y desigualdad", indicó Funes.

El peruano Ollanta Humala invitó a los empresarios del hemisferio a invertir en su país, les prometió "reglas claras" y afirmó que los intereses de su país no se oponen a los intereses del capital.

El jefe de Estado de Perú señaló que durante su gobierno está desarrollando una nueva relación con el capital, con los recursos naturales y con la población y eso lo deben tener en cuenta los inversionistas.

Otro de los oradores de hoy fue el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, quien defendió a las compañías mineras de su país de las críticas sobre los efectos que tienen para el medio ambiente sus negocios en América Latina y previó mayores inversiones canadienses en la región.

"El desarrollo responsable de la industria minera y la protección al medio ambiente es un principio básico de Canadá, esto ha permitido crear una de las regulaciones ambientales más desarrolladas del mundo y programas transparentes de monitoreo, y esto se respetará no sólo en el Canadá sino en todas las partes del mundo donde haya empresas canadienses operando", aseguró

Asimismo, dijo que su país apoyará con préstamos reembolsables a los países latinoamericanos que decidan implementar proyectos de desarrollo en las comunidades mineras para obtener el mayor beneficio posible de los recursos naturales de forma sostenible.

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