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Claudio Abbado dirige en el teatro Real su primera ópera en España, "Fidelio"

EFE

El prestigioso Claudio Abbado dirige ópera por primera vez en España, y lo hace en el Real con la única pieza del género que escribió Beethoven, "Fidelio", aventura en la que ha embarcado como director de escena a Chris Kraus, un cineasta poco o nada aficionado a la lírica.

"Claudio Abbado es el maestro Claudio Abbado", ha afirmado Chris Kraus, director del largometraje "Cuatro minutos", que obtuvo el Premio Cinematográfico Alemán al mejor filme de 2007, y que cuando recibió la llamada del director italiano para ofrecerle este proyecto pensó que se trataba de una broma.

Así lo ha explicado el cineasta en la presentación del espectáculo, a la que no ha acudido el prominente director de orquesta, pero sí otra de las grandes figuras de la música que se dan cita estos días el coliseo madrileño: el pianista Maurizio Pollini.

"Fidelio" forma parte de un ambicioso ciclo dedicado a Beethoven en el Real, punto de encuentro de Abbado y Pollini, grandes amigos desde que en los años sesenta organizaran conciertos en fábricas o centros sociales para llevar la música allí donde nunca se había hecho.

"Estoy contentísimo de volver a Madrid, al Teatro Real -donde actuó cuando todavía era sala de conciertos- en este espléndido ciclo, una ocasión para encontrarme con mi amigo Claudio Abbado, uno de los grandes directores", ha recalado Pollini, quien ofrecerá el domingo un concierto con un repertorio que servirá de contrapunto a la partitura de "Fidelio".

Esta ópera, que cuenta además con el aliciente de que por primera vez el director italiano, de casi 75 años, escruta esta partitura de Beethoven, llega a Madrid con una coproducción que se estrenó recientemente en el Teatro Reggio Emilia, y que tras su paso por el Teatro Real -mañana y el lunes, con la batuta de Abbado, y el 23 con el joven director Eivind Gullberg Jensen-, se representará en el Festival Baden-Baden, en el Teatro Comunale de Módena y en el Teatro Comunale de Ferrara.

Para este complejo y dispar periplo, cuenta con una puesta en escena limpia y sencilla, en la que Chris Kraus ha apostado por profundizar en los personajes y trabajar para "los ojos y los oídos", como se hace en teatro, donde el cineasta ya tiene experiencia.

"Todos teníamos miedo salvo Claudio Abbado; le encantan los riesgos y los retos, y ha sido una gran aventura para los dos; él me ha dado mucha confianza y cuando le dije que no tenía experiencia en ópera y que no era un aficionado al género, me contestó: maravilloso. Buscaba alguien con ideas frescas y un nuevo acercamiento", ha explicado Kraus, quien reconoce que en sus 12 años de trayectoria en cine ha utilizado todo tipo de músicas en sus películas, menos ópera.

Para este lance, el director de orquesta italiano contará en el foso con la Mahler Chamber Orchestra, una formación musical que celebra su décimo aniversario y que él mismo ayudó a fundar al calor de otro de sus grandes proyectos, la Joven Orquesta Gustav Mahler.

"Es un director muy cercano, es algo especial y nos aporta su gran experiencia y su gran confianza; es como la figura paterna", ha explicado Greoffroy Schied, uno de los violinistas de esta orquesta formada por 46 músicos que no tienen una residencia estable, pero que periódicamente trabajan juntos con maestros de primera línea en grandes proyectos, según sus palabras.

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