El sindicato de la banca de la CIG ha advertido hoy de que peligran unos 300 puestos de trabajo en las empresas auxiliares tras la fusión de las cajas gallegas, y exige a la nueva dirección de la entidad una solución respetuosa con el empleo.

Varias decenas de delegados sindicales de CIG se han concentrado hoy ante la sede central de Caixa Galicia, en A Coruña, para reclamar la convocatoria de una mesa laboral sobre los servicios auxiliares de las entidades ante la fusión de Caixa Galicia y Caixanova.

El secretario general de CIG Servicios, Paulo Rubido, que ha participado en la protestas, ha denunciado que en el proceso de fusión se ha cometido el "pequeño error" de "olvidarse" de las empresas auxiliares que prestan servicios de limpieza y seguridad, entre otros.

Rubido ha advertido de que en la situación actual estás empresas están abocadas a una pérdida de puestos de trabajo sin que exista ningún proceso negociador.

Ha explicado que con la protesta de hoy, y las que se convocarán en los próximos días, se pretende "demandar a la nueva dirección que, igual que habla de los trabajadores propios, tiene que hacerlo también de las limpiadoras, los vigilantes de seguridad y de todos los puestos de trabajo que corren peligro con la fusión".

El dirigente sindical ha señalado que desde las empresas auxiliares prestan servicio a las cajas unos 1.500 trabajadores, de los que 300 ven peligrar sus empleos.

Ha insistido en que a los trabajadores de las auxiliares se les debe dar el mismo tratamiento que a los propios de la entidad financiera, y, por tanto, "analizar a cuanto personal afecta la fusión, posibilidades de jubilación, indemnizaciones y recolocaciones".

"Lo que no puede ser es que las direcciones de las cajas se metan en este proceso y esperen simplemente dar despidos objetivos al personal que trabaja en oficinas que está previsto cerrar", concluyó.