Las Olimpiadas siempre salen rentables. Algo más de lo que Florentino Pérez le ha pagado al Manchester por el traspaso del balón de oro portugués, Cristiano Ronaldo, fue la tajada que China se embolsó gracias a los Juegos Olímpicos celebrados en Pekín durante el verano de 2008:  un beneficio operativo de más de 1.000 millones de yuan, unos 105 millones de euros, según ha informado la Oficina Nacional Auditora.

La mayoría de las ciudades olímpicas que han sido sedes del evento deportivo han hecho grandes cantidades de dinero con la gestión de los Juegos. Hace cinco años, Atenas en 2004 reportó de un beneficio inicial operativo de 155 millones de dólares (unos 111 millones de euros), pero pagar las facturas de la construcción de los estadios y otras infraestructuras puede tardar años.

La oficina auditora estatal dijo que el beneficio de los chinos ha sido más de doble de las estimaciones más recientes de 410 millones de yuan (unos 43 millones de euros).

Los ingresos operativos totalizaron 20.500 millones de yuan (2.150 millones de euros), principalmente de los derechos de emisión, de los patrocinadores, de la venta de artículos (mercadería) y de las entradas.

Los gastos fueron de 19.300 millones de yuan (2.030 millones de euros), incluidos 5.000 millones de yuan en transmisiones, alojamiento, transporte y servicios médicos: las ceremonias de apertura y clausura costaron más de 87 millones de euros.

La oficina auditora dijo que el Comité Organizador de Pekín para los Juegos Olímpicos -BOCOG, por sus siglas en inglés- había mantenido el control de los ingresos y de los gastos 'sin grandes problemas'.

Alcanzar el precio final de los Juegos implica incluir el coste de las miles de fábricas que cerraron para asegurar un aire limpio durante la celebración de los JJOO, y compensarlo con el valor de la publicidad internacional generado.