Con un puesto dieciséis, que consideró "muy digno", y 55 puntos, Rodolfo Chikilicuatre consiguió una posición superior a las expectativas que creadas por la poco empatía con "Baila el Chiki Chiki" en Belgrado, donde se alzó como vencedora Rusia con los 272 puntos conseguidos por "Believe", de Dima Bilan.

Aunque había dicho que quedar a mitad de tabla era para él "ni chicha ni bacalao", Rodolfo Chikilicuatre mostró sus satisfacción al conocer las puntuaciones y agradeció a Andorra el haberle ofrecido la máxima puntuación, con doce puntos.

"Gracias al apoyo de la gente que ha sabido entender que era una canción con buen humor, que eso es lo importante", recalcó el humorista en relación a las airadas reacciones de algunos de los "eurofans" por su parodia del concurso de la canción europea.

También recordó que "hemos mejorado las posiciones desde 2004", ya que D'Nash quedó en vigésimo puesto en 2007 y Las Ketchup y Son de Sol habían quedado en el vigesimoprimero.

"Llegar a la final ya era un triunfo, porque siempre nos quedamos en cuartos", explicó en guiño a la selección española de fútbol, sin perder nunca el humor que le caracteriza y que es, en realidad, su profesión en el programa de televisión en el que participa.

La victoria de Rusia, en cambio, venía a confirmar la fuerza de la coalición oriental de Europa a la hora de votar, y así Dima Bilan, que ya participó en Atenas en 2006 y quedó segundo, llevó a su país al primer triunfo eurovisivo de su historia, desde que se estrenó en el festival en 1994.

Curisamente, el joven cantante, de 24 años, que se mostró pletórico con la victoria, interpretó en la rueda de prensa posterior la canción ganadora en español, levantando los aplausos de los presentes.

En la gala, su representación épica y romántica, al lado del patinador olímpico Eugueniy Plushenko que patinó en una pequeña pista de hielo, había sido apuntada desde el principio como una de las favoritas.

En realidad, el mismo criterio de votación por simpatía política se siguió en Europa Oriental, como demuestran los doce puntos de Andorra para España o los de Suecia para Noruega, pero la disgregación de la antigua Yugoslavia y los numerosos ex componentes de la URSS hicieron sus alianzas menos poderosas.

Así, Ucrania y su "Shady Lady", de Ali Lorak (Karolina al revés) otra de las favoritas, no decepcionó con su segundo puesto y sus 230 puntos, que fue conquistando tras un inicio flojo en las votaciones de los primeros de los cuarenta y tres países.

Un acto de justicia para un número de alta tensión sexual con una pizca de vulgaridad y un tema pegadizo y bailable que contrastaba con el romanticismo de la balada ganadora.

Del mismo estilo musical, "Secret Combination", de Grecia llegó al tercer puesto con 218 puntos y gracias a la inocencia pícara de su cantante, nacida en Nueva York y de nombre Kalomira.

Los más abucheados de la noche fueron, además de España, Letonia, con sus piratas en "Wolves of the Sea", y Francia, con Sèbastien Tellier, que no conectaron con el público serbio que, en cambio, sí ovacionó a su representante Jelena Tomasevic, que decepcionó en un sexto puesto con su tema "Oro".

Más sorprendentes fueron las buenas posiciones para los temas convencionales de Armenia -cuarto puesto- y Turquía -quinto puesto-.

Por primera vez en la historia de Eurovisión, se ha apostado por crear un trofeo físico para el ganador, en forma de un enorme micrófono.

Ya entregado, se cierra ya el papel de Serbia como anfitrión de esta edición de Eurovisión, la número 53, que ha tenido como lema la "confluencia de sonido" y que ha transcurrido sin contratiempos, a pesar del descontento de los "eurofans" con algunos de los participantes, entre ellos Rodolfo Chikilicuatre.

Los otros representantes del llamado "frikivisión" corrieron suerte diversa: Bosnia-Herzegovina, con su descacharrada escena nupcial y rural en "Pokusaj", del cantante musulmán Laka, consiguió 110 puntos y un respetable décimo puesto, aunque Croacia y su rapero de la tercera edad 75 Cents no consiguió más que el vigesimoprimer puesto, con 44 puntos.