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"Las chicas de la Cruz Roja", 50 años de un hito de la comedia española

EFE

Con la llegada de "Las chicas de la Cruz Roja", estrenada en 1958, Concha Velasco y Tony Leblanc se convierten en el rostro de parte de una nueva comedia española, aquélla que intenta dejar atrás el cine de posguerra y sus obsoletas formas para dar paso, años más tarde, a la España "ye-ye".

La feliz unión de ambos intérpretes y del guionista y productor Pedro Masó, que da como resultado "Las chicas de la Cruz Roja", se convierte, cincuenta años después de su estreno, en un objeto de culto 'kistch' para el espectador actual y en un claro ejemplo de la complicidad que en esta época mantiene el cine español con su público, entre otras razones por su acertada búsqueda de estrellas propias con las que hacer industria.

La virginal ingenuidad de Mabel Karr, Luz Márquez, Katia Loritz y la propia Concha Velasco irradia en estas cuatro mujeres de distinto estrato social, unidas como voluntarias durante el "día de la banderita" y convertidas en eje central de esta comedia que, a pesar de practicar un humor tan blanco como el del uniforme de sus protagonistas, no huye de la censura, que detecta "peligrosidad" en algunas de sus escenas.

De esta forma, su director, Rafael J. Salvia, logra el éxito más clamoroso de su carrera y avanza esa España "ye-ye" a la que contribuyen otros títulos en los que la presencia de Leblanc y Velasco resulta inevitable, como las comedias corales "El día de los enamorados" (1959), de Fernando Palacios, y "Amor bajo cero" (1960), de Ricardo Blasco, o la cinta "Historias de la televisión" (1965), de José Luis Sáenz de Heredia, que incluye el celebérrimo tema musical firmado por Augusto Algueró interpretado por la actriz vallisoletana.

Además, "Las chicas de la Cruz Roja", que también cuenta con una composición de Algueró como tema central, descubre al espectador un Madrid en tecnicolor y cuida con esmero la imagen de una ciudad de vocación cosmopolita, que intenta colocarse a la altura de otras capitales europeas y del resto del mundo. Un auténtico esfuerzo promocional para el lucimiento de la ciudad española.

La respuesta del público español es contundente y la cinta compite ese año en lo más alto del ránking de taquilla con otro éxito popular como el de "¿Dónde vas Alfonso XII?", en la que Luis César Amadori relata la trágica historia de amor entre el monarca español y María de las Mercedes con el galán de moda Vicente Parra y Paquita Rico encarnando a los personajes centrales, que tiene su continuidad en la secuela "¿Dónde vas triste de ti?" en 1960.

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