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CCOO y UGT traspasan otra línea roja y hablarán de salarios

Los agentes sociales, reunidos anoche con Zapatero, llegarán a un acuerdo sobre convenios 'en los próximos días'

BELÉN CARREÑO

CCOO y UGT están dispuestos a ceder en lo que desde la reforma de las pensiones se había dibujado como una de las últimas fronteras: la formación de los salarios. Después de meses resistiendo al debate sobre si los sueldos deben estar ligados sólo a la productividad o a otros factores diferentes al IPC, los sindicatos se han abierto a discutir la posibilidad de otro sistema diferente al que rige en España desde hace casi una década.

'Estamos dispuestos a discutir el modelo salarial con todas las consecuencias', admitió Cándido Méndez, secretario general de UGT, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, para dar cuenta de las posiciones de sus órganos de gobierno sobre negociación colectiva. La constatación de que el modelo actual que se rige por el objetivo de inflación que marca el BCE (2%) más una parte de productividad ya no es el tácitamente aceptado se verá en el acuerdo de los convenios. Los agentes sociales han acordado eliminar del texto del acuerdo el preámbulo en el que se reafirmaban en el actual sistema de fijación de salarios.

Cada convenio fijará su plazo para recurrir a la mediación

Pese a esta aparente claudicación, los sindicatos dispararon ayer aún alguna bala, acusando a los empresarios de hinchar los márgenes de beneficios en determinados sectores y elevar de esta forma el nivel de precios, hasta el elevado 3,8% actual, sin que hayan sido los salarios el catalizador de este alza.

Con todo, la discusión formal sobre esta materia no se llevará a cabo hasta que patronal y sindicatos cierren la actual ronda de negociaciones sobre los convenios colectivos. Toxo y Méndez también anunciaron que, tras completar el pacto de convenios, iniciarán un nuevo proceso de diálogo con el Ejecutivo para evaluar la evolución del empleo en el último año y proponer medidas específicas que favorezcan la creación de puestos de trabajo.

Los sindicatos han querido posponer estos debates para cerrar en los mejores términos la nueva reglamentación por la que se regirán los convenios colectivos, de la que informaron anoche al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente convocó el miércoles repentinamente a los líderes sindicales y al presidente de la patronal, Juan Rosell, para conocer de primera mano el avance en la reforma, la última de las comprometidas con Bruselas que tiene pendiente el Ejecutivo.

Las mutuas tendrán más competencias en las enfermedades comunes

La cita arrancó a las 9 de la noche en la Moncloa y terminó a las 12.30. Pese a lo tardío de la convocatoria, Toxo bromeó con que él 'ya iría cenado de casa', para marcar las distancias con el anfitrión. También asistió el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.

Los sindicalistas insistieron en el carácter consultivo de la cita. A su término, la Moncloa señaló, en una nota, que 'los asistentes han coincidido en su voluntad y convicción de que se alcanzará un acuerdo definitivo y concreto en los próximos días'.

Por lo que se refiere a los dos temas incluidos en la negociación en las últimas semanas reforma de las mutuas y el absentismo, los sindicatos avanzaron que las posturas ya están muy próximas. Las mutuas tendrán una auditoría para hacer más eficiente la utilización de recursos en la atención de enfermedades profesionales. Los agentes sociales creen que la mejora de la gestión de estas entidades puede derivar en que se observe un exceso de ingresos, es decir, en que las empresas están aportando de más en forma de cotizaciones para las mutuas. En tal caso, se les podrá devolver este excedente.

La reforma de las mutuas se plasmará en la ley de reforma de la Seguridad Social, que se tramita actualmente en el Congreso, e incluirá que estas ofrezcan sus medios a la sanidad pública para aligerar procesos de diagnóstico o tratamiento de enfermedades comunes, y no sólo profesionales, como hasta ahora. También se aumentarán sus competencias en procesos de enfermedad común, aunque no podrán dar altas.

En cuanto al núcleo duro de la negociación, los sindicatos han propuesto a la patronal que cada convenio, según su naturaleza, marque el plazo para forzar la intervención de un mediador externo, en caso de que se acabe su vigencia y las partes no hayan logrado pactar uno nuevo. También está próximo el acuerdo en la forma de abrir el convenio sectorial al convenio de empresa, una de las principales demandas de la patronal. Los sindicatos aceptarán esta opción siempre y cuando, en caso de que haya discrepancia, el trabajador se beneficie de las condiciones más favorables que marque uno de los dos convenios. Además, se eliminaría la posibilidad de hacer convenios para categorías profesionales, como el de los controladores aéreos.

A lo largo de la negociación se está primando la flexibilidad para las empresas de menor tamaño.

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