Un día de 1982, Luis Morón se cansó de la tienda de rótulos en la que trabajaba. Era joven, inquieto y con muchas ideas en la cabeza. El salón de su casa en Barcelona se convirtió en la sede de su propia empresa: Signes. Veinticinco años después, el salón de su casa es ya sólo su sala de estar y Signes, una referencia en el sector de la implantación de imagen e identidad corporativa en España.

Signes se hace cargo de 'cualquier cosa relacionada con la imagen de una empresa, el lugar en el que está ubicada, la identificación y señalización de un edificio, pero también de aeropuertos, el centro de una ciudad o una zona turística, estaciones...', explica Carmen Revilla, portavoz de la empresa y ligada a ella casi desde sus inicicios.

Señalan y rotulan. Trabajan junto a diseñadores y arquitectos para fabricar la identidad corporativa de sus clientes. Calculan al milímetro qué colores, materiales y normas gráficas se adaptan al entorno y a la imagen de la empresa o la marca. Carmen Revilla señala que desde el principio fue la palabra 'calidad' la que guió los pasos de Luis Morón y la que sigue moviendo la meticulosidad con la que hacen su trabajo.

Su propia imagen (logo, página web, instalaciones) llama la atención. 'Nuestro lema es que un trabajo de calidad empieza desde el principio. Hay que cuidar la imagen del cliente desde el primer momento, y para eso hay que dar ejemplo con uno mismo, por eso, siempre hemos cuidado mucho la imagen de Signes,desde las instalaciones a los uniformes, las furgonetas o el taller', afirma Revilla.

La evolución de la empresa ha sido lenta pero segura. No hubo un gran punto de inflexión; los clientes y reconocimientos llegaron poco a poco. Un año después de montar la oficina en el comedor, Signes ya tenía su propio local y contactos con varios diseñadores y el equipo se fue ampliando. En 1991, abrió una oficina comercial en Madrid, aunque su sede central y fábrica se mantienen en Barcelona. Fue un paso más para acercarse a sus clientes, muchos situados en Madrid.

A principios de los 90, comenzaron a llegar los reconocimientos, aunque ha sido en los últimos años cuando Signes ha sido galardonada con dos de los premios más significativos del panorama nacional: el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial en la modalidad de Diseño, en 2004, y el Premio Nacional de Diseño, concedido cada año a un diseñador y una empresa,en 2006.

Durante diez años (de 1995 a 2005), Signes concedió unos premios anuales para estudiantes de diseño. Fue el germen de la Fundación Signes, pensada para promover el diseño gráfico e industrial y apoyar a estudiantes o diseñadores principiantes. Su último proyecto es la Designpedia: una enciclopedia de diseño que toma como referencia el modelo abierto y participativo de la Wikipedia.

Además, la Fundación promueve una campaña 'para salvar del olvido' los rótulos antiguos o de especial valor que estén a punto de desaparecer. Es una memoria 'de la cultura del diseño y de la comunicación visual'. Todas las personas que encuentren algun rótulo pueden fotografiarlo y enviarlo a la Fundación. Ellos hacen lo propio y la galería de fotos puede visitarse en la página web de la fundación (fundacionsignes.org). Las fotos de algunos de sus proyectos más vistosos están también en el metro de Palma, el centro cultural Miguel Delibes, instalaciones de empresas e incluso en el Museo del Prado.