El escritor y crítico cinematográfico Quim Casas ha situado hoy al cineasta polaco Roman Polanski como "el Orson Welles del cine moderno" porque ha tenido que "buscarse la vida en países distintos y ha hecho cine en todos los sitios", intentando mantener un sello propio.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en el curso de cine de la Universidad de Valladolid con el seminario titulado "El primer Polanski: madurez de un estilo", Casas ha explicado que el tipo de cine de los primeros trabajos del director polaco es ya "muy maduro".

En sus primeros largos, "Cuchillo en el agua" (1962), la única película que hizo en Polonia; "Repulsión" (1965) y "Callejón sin salida" (1966), "ya está contenido todo lo que después será Polanski", ha asegurado.

Dentro del cine y el estilo de Roman Polanski, la película "El pianista" es "más convencional y realista" que el resto, ha señalado el crítico catalán.

"Es normal, porque a muchos de los directores europeos de finales de la década de los cincuenta y principios de la de los sesenta les ha costado mucho encontrar su sitio en el cine de los ochenta", ha asegurado Casas.

"Es difícil encontrar otro director en el que cine y experiencias vitales, muy traumáticas casi todas, estén tan vinculados como en Polanski", ha indicado Casas, quien ha subrayado que la influencia de su vida en las cintas ha sido fundamental para forjar su estilo.

"El cine de Polanski no sería lo que es si no hubiese estado en el campo de concentración de Cracovia (Polonia), si no hubiera perdido a su madre gaseada en otro campo de concentración y si su esposa, Sharon Tate, no hubiese sido asesinada", ha expresado el crítico catalán.

Cuando el director polaco pasa por una situación traumática en su carrera, "la reacción en su cine es muy clara", ha indicado Casas, que ha puesto como ejemplo la película "La semilla del diablo" tras el asesinato de su esposa.

Algo que se registra en todas las películas de Polanski es un "canto a la tolerancia" con personajes "aislados, disidentes o que sufren la intolerancia de la sociedad, que refleja en el vecindario", ha expresado.

Que un director de cine pueda conseguir financiación en diferentes países y poder hacer las películas que le apetecen es "más difícil" ahora porque el contexto "es diferente", ha asegurado el escritor.

"Hay muy pocos casos", ha expresado, porque es "muy difícil" que películas "del tipo Polanski", con sello propio, como "Repulsión, que fue un éxito en su día, sea hoy una cinta "exitosa" y no de "público minoritario".

"Es un superviviente nato", ha recalcado Casas, quien ha asegurado que es el "único director de su generación que sigue trabajando con regularidad".

En cuanto a la evolución del cine del director polaco, el crítico catalán ha considerado que en las últimas películas está recuperando unas características que "había perdido en la década de los noventa".