La Casa Blanca se declaró hoy "preocupada" por el ataque israelí a una flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, en el que murieron al menos catorce personas, aunque rehusó condenar lo que dijo era un "incidente" y una "tragedia".

"EE.UU. lamenta profundamente la pérdida de vidas y los heridos y está actualmente trabajando para entender las circunstancias que rodean esta tragedia", indicó el portavoz de la casa Blanca, Bill Burton.

De acuerdo con la cadena NBC, entre los activistas que se encontraban en los barcos de la "Flotilla de la Libertad" hay once estadounidenses, entre ellos un ex embajador y un antiguo funcionario del Departamento de Estado.

Al menos catorce personas murieron y decenas resultaron heridas hoy en el asalto del Ejército de Israel a la flotilla, formada por seis barcos que transportaban a más de 750 personas con ayuda humanitaria a Gaza, en un ataque que ha causado conmoción e indignación en la comunidad internacional.

Sin embargo, Estados Unidos no ha condenado directamente el asalto.

El ataque pone al Gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, en una situación complicada, pues pone en peligro las negociaciones indirectas entre israelíes y palestinos, que comenzaron recientemente bajo la mediación del enviado especial estadounidense, George Mitchell.

Obama, que presionó para que se retomara el diálogo, tenía previsto reunirse el martes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el 9 de junio con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

Precisamente, Abás calificó hoy de "masacre" el ataque israelí a la flotilla, mientras que Israel responsabilizó a la "Flota de la Libertad" por el incidente pues asegura que sus tripulantes "atacaron a los soldados israelíes", según el Ministerio de Exteriores.