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Cameron pide elecciones en Reino Unido por el escándalo del gasto parlamentario

El líder conservador cree que la confianza en los políticos se ha roto por el uso indebido de los fondos públicos por los diputados

EFE

El líder del Partido Conservador del Reino Unido, David Cameron, pidió hoy la convocatoria inmediata de elecciones generales con el argumento de que el sistema político está 'paralizado' por el escándalo del gasto parlamentario.

Cameron, cuyo partido encabeza todos los sondeos de intención de voto, animó a los británicos a firmar una petición para pedir al primer ministro, el laborista Gordon Brown, la disolución del Parlamento y el adelanto de los comicios, previstos para 2010.

'No creo que el país quiera esperar otro año para juzgar a sus políticos y su Parlamento', dijo el jefe tory en la presentación de la campaña de su formación para las elecciones locales y europeas del cuatro de junio.

Según Cameron, la confianza en la clase política se ha roto 'en pedazos' como consecuencia del escándalo del abuso de fondos públicos por parte de los diputados, destapado por el diario The Daily Telegraph. Cameron animó a 'tantas personas como sea posible' a empezar a recolectar firmas para apoyar una petición popular que conduzca al adelanto electoral.

'Escribid a vuestro periódico local, escribid a vuestro periódico nacional. Comenzad vuestra propia petición. Con el poder de nuestra presión colectiva podemos forzar a Gordon Brown a actuar', subrayó el líder conservador.

Cameron hizo esos comentarios mientras el Speaker (presidente de la Cámara de los Comunes), Michael Martin, se negaba a dimitir pese a la creciente presión de diputados que cuestionan su gestión de la crisis parlamentaria. En una declaración extraordinaria ante la Cámara Baja del Parlamento británico, Martin se limitó a pedir perdón por los abusos de los diputados, pero rehusó fijar una fecha para su renuncia.

El Speaker se atrincheró en su cargo después de que el diputado conservador Douglas Carswell presentara una moción de censura firmada, de momento, por quince colegas de varios partidos que el propio Martin desestimó por cuestiones procedimentales.

En un gesto sin precedentes, el líder del Partido Liberal-Demócrata, Nick Clegg, ya pidió este domingo la dimisión del presidente de los Comunes. Por su parte, Gordon Brown, quien había apoyado al Speaker en semanas anteriores, hoy se limitó a declarar que su futuro es asunto del Parlamento y no del Gobierno.

El escándalo ha golpeado a todos los partidos pero especialmente al Laborista, al que todas las encuestas auguran un descalabro en las elecciones locales y europeas de junio.

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