Un Tribunal condenó hoy a cadena perpetua a ocho de los responsables de la guerra mafiosa entre clanes rivales de la Ndrangheta, la mafia de Calabria (sur de Italia), y que culminó con seis asesinatos cometidos en agosto de 2007 en la ciudad alemana de Duisburgo.

El Tribunal de la ciudad de Locri (Calabria) condenó a cadena perpetua a Giovanni Strangio, detenido en Amsterdam en marzo de 2009, al considerarle el cerebro y ejecutor material de la matanza de seis personas delante de la pizzería "Da Bruno" en dicha localidad alemana.

También fueron castigados con la misma pena Francesco Nirta, de 37 años, Giovanni Luca Nirta, de 42, y Giuseppe Nirta, de 71.

El mismo castigo recibieron los otros imputados, acusados de participar en la guerra entre clanes de la Ndrangheta: Francesco Pelle, conocido como "Ciccio Pakistan", de 34 años, Sebastiano Romeo, de la misma edad, Francesco Vottari, de 40, y Sebastiano Vottari, de 28.

En la sentencia también se condenó a 12 años a Antonio Pelle, y a nueve años a Antonio Carabetta y a su hija Sonia, mientras que se absolvió a Luca Liotino, Antonio Rechichi y a Sebastiano Strangio, para quien la fiscalía había pedido la cadena perpetua.

Según los investigadores, la matanza de Duisburgo (oeste de Alemania) fue un "ajuste de cuentas" entre los clanes rivales de la Ndrangheta de la localidad de San Luca: los Pelle-Vottari, a la que pertenecían supuestamente las seis víctimas, y Nistra-Strangio.

Ese crimen fue considerado el último episodio de la sangrienta guerra entre esos clanes que comenzó con el atentado del 25 de diciembre de 2006 en el que murió María Strangio, mujer de Giovanni Luca Nirta.

El jefe del clan rival, Francesco Pelle, conocido como "Ciccio Pakistan", había organizado el ataque como venganza después de haber quedado parapléjico durante el intento de asesinato que sufrió el 31 de julio de 2006."

Una cadena de asesinatos y venganzas que responden a una de las más largas y sanguinarias guerras mafiosas, la que comenzaron las "familias" de San Luca en 1991 tras un banal lanzamiento de huevos, que derivó en una pelea callejera y terminó con dos muertos.

La "venganza" de Duisburgo, la primera que se producía fuera de Italia, desencadenó numerosas operaciones policiales que se han saldado con decenas de detenciones y que han diezmado a los dos clanes de San Luca.