A dos semanas de las elecciones, al PP gallego y a su candidato Alberto Núñez Feijóo no dejan de crecerle los enanos. Si hace una semana tuvo que forzar la retirada de su cabeza de lista en Ourense por irregularidades fiscales, este viernes otro escándalo implicaba al número uno de la lista por A Coruña, Carlos Negreira.

El Tribunal de Cuentas investiga a Negreira, también presidente del PP en la provincia, por supuestas irregularidades en la adjudicación de varios contratos cuando presidía Portos de Galicia, entre 2003 y 2005.

Entre los hechos que estudia el Tribunal, destaca la prórroga irregular de un contrato a la empresa Segurisa, ya implicada en el caso de espionaje madrileño. Enrique Sánchez, su propietario, fue uno de los acompañantes del vicepresidente madrileño, Ignacio González, en su polémico viaje a Sudáfrica. Un dossier sobre González insinuaba Sánchez se hizo cargo del coste de la aventura, unos 8.000 euros, como pago por supuestos favores políticos.

Inmediatamente, el vicepresidente aseguró que jamás había concedido un contrato a Segurisa y que él mismo había pagado 'en metálico' los billetes. Poco después, Público demostró que mentía. Según el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, en 2006 el Canal de Isabel II, dependiente de González, adjudicó a Segurisa la labor de vigilancia de sus instalaciones por un total de 334 millones de euros.

'Orquestado' por el PSOE

Ante la información, adelantada ayer por la Cadena Ser, el PP de A Coruña optó por cerrar filas en torno a su número uno. En un comunicado alega que Negreira no fue quien firmó el contrato sino que se limitó a prorrogarlo, algo que, sin embargo, también es ilegal. Los conservadores atribuyen además, el escándalo a una 'campaña orquestada' por PSOE y BNG. Cabe destacar que fue el Consello de Contas gallego quien, al detectar irregularidades en su informe de 2004, lo remitió a Madrid. En aquel momento tres de los cinco vocales del órgano lo eran a propuesta del PP.

Rajoy admitió que no tenía pruebas de connivencia entreGarzón y Bermejo

La noticia cogió a Rajoy en plana campaña, en Ourense. La primera reacción del jefe de la oposición fue sortear el tema. 'Lo desconozco absolutamente', comentó. Pero terminó por secundar la posición de su partido y echar la culpa a los socialistas. 'Mi intuición me dice que han hecho algo en relación a ese asunto, que están detrás', señaló tratando de dejarlo en una filtración interesada.

Fue el vicesecretario general del PSOE quien se encargó de dar respuesta a Rajoy. José Blanco pidió a los conservadores que 'dejen de mirar para otro lado' y se dediquen a 'cortar por lo sano con tanta basura'. 'Cada mañana Rajoy tiene un sobresalto, pero los socialistas no somos responsables', subrayó.

No fue el único tema que había tratado el presidente del PP. Rajoy también se agarró a la estrategia de su partido para desacreditar al juez Garzón, instructor del caso Gürtel, una trama de corrupción vinculada a su partido. Para Rajoy es 'impropio' y 'un atentado a la calidad de nuestra democracia' que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo y el juez estuvieran juntos en una cena y en una montería.

Rajoy no pudo, en cambio, aportar pruebas de que ambos hubieran hablado sobre el caso. 'Como todo el mundo sabe yo no estaba en la cacería', sostuvo irónicamente.

Al Gobierno le suena el guión de las acusaciones del PP al ministro de Justicia por haber coincidido en una cacería con el magistrado Baltasar Garzón. Ayer, la vicepresidenta pidió al PP que deje de lanzar “cortinas de humo” y que se ocupe de aclarar lo suyo. “Agarrarse como a un clavo ardiendo a conspiraciones”, algo escuchado en el pasado, subrayó De la Vega, “no servirá para arreglar problemas internos”. Sin embargo, y aunque la número dos del Ejecutivo dijo que “las actividades personales” del titular de Justicia no le incumben, han empezado a oírse voces discrepantes en el seno del PSOE. Así, el ex ministro socialista y alcalde de Las Palmas, Jerónimo Saavedra, pidió que Bermejo dimita por la lamentable estampa de coincidir con Garzón en una cacería. a.p.v.