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BP apura la construcción de un embudo para contener el derrame

Reuters

BP corría contrarreloj para construir una campana metálica que ayudaría a contener la fuga del pozo perforado que ha estado derramando petróleo en las aguas del Golfo de México, pero el gigante energético no está seguro de si esto tendrá resultado.

La campana es una estructura de hierro de 98 toneladas y 12 metros que se asemeja a un primitivo cohete espacial, con un agujero en la parte superior para canalizar el petróleo a través de una tubería desde el fondo oceánico hasta la superficie, donde puede ser recogido en una barcaza.

BP ha estado bajo intensa presión del Gobierno estadounidense y la opinión pública para contener el gigantesco derrame de petróleo que amenaza la actividad naviera, la vida salvaje, las playas y una de las áreas de pesca más fértiles en Estados Unidos.

En teoría, el sistema debería recoger un 85 por ciento del petróleo que asciende desde el fondo oceánico, pero BP nunca ha desplegado la estructura a una profundidad de 1.525 metros y la compañía no puede garantizar que funcione correctamente.

Al ser consultado sobre si confía en que la maniobra tendrá éxito, el portavoz de BP John Curry dijo: "Eso es lo que esperamos. Si no es así, seguiremos intentando otras opciones hasta que algo funcione. Creo que tenemos grandes ingenieros y ellos han trabajado muy duro".

La situación es una pesadilla para las relaciones públicas de BP, y en una aparente intento por demostrar lo mucho que está trabajando para contener el derrame, la compañía abrió a la prensa su instalación en Golden Meadow, en el sur de Luisiana.

"Nuestro objetivo es ir tan rápido como podamos para minimizar el impacto para el medioambiente", declaró Curry.

La compañía conoce la ubicación precisa de la filtración, pero trabajar a grandes profundidades y en la oscuridad con un sistema innovador y de gran peso presenta enormes desafíos técnicos, sin contar la blandura del suelo oceánico.

Wild Well Control, una compañía que se especializa en controlar incendios petroleros, comenzó a trabajar el lunes, desplegando un equipo de 25 personas que operan las 24 horas del día para soldar la estructura y se prevé que concluirán en los próximos dos días, de acuerdo al ingeniero Jason Holvey.

Una vez que la estructura esté terminada y haya sido probada será llevada por barco al lugar y bajada al lecho marino usando robots sumergibles.

Una tecnología similar se usó tres veces después del huracán Katrina en 2005, pero a una profundidad mucho menor.

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