El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha convocado para mañana a la Ejecutiva de su formación, el Pueblo de la Libertad (PDL), para decidir si piden al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, que cese como presidente de la Cámara de los Diputados a Gianfranco Fini.

Todo ello se produce tras la expulsión de Fini del partido y sus últimas declaraciones sobre que el PDL "había muerto".

Berlusconi se tomó el día de hoy para realizar consultas con sus correligionarios y reflexionar sobre qué hacer, después de que durante la madrugada de ayer coincidiese con su socio en el Gobierno, el líder de la Liga Norte Umberto Bossi, en que Napolitano tenía que obligar a Fini a dejar su cargo.

El pasado sábado, durante un discurso en la localidad de Mirabello (norte de Italia), el cofundador del PDL Fini, que tras su expulsión ha creado un movimiento al que se han adherido unos 43 parlamentarios, dio por muerta la aventura política que emprendió con Berlusconi y pidió un nuevo pacto de legislatura.

Bossi y Berlusconi consideraron que las palabras de Fini demuestran que "no es imparcial", lo que es incompatible con su cargo y, por este motivo, acudirán a Napolitano para exponerle la gravedad de la situación, que pone en una posición difícil el funcionamiento de las instituciones.

Ante la anomalía que supondría pedir al jefe del Estado italiano que destituya a un presidente del Congreso, de la reunión de mañana pueden surgir otras alternativas para salir de este momento de crisis.

Entre ellas, Bossi, como reitera desde hace semanas, insistió hoy en la necesidad de convocar elecciones anticipadas, que serían en noviembre, para salir "del pantano" en el que se ha caído.

Berlusconi podría continuar con la idea de afrontar, como hasta ahora tenía previsto, una cuestión de confianza sobre algunos puntos del programa gubernamental para demostrar que tiene aún la mayoría.

En su discurso de Mirabello, Fini garantizó que los parlamentarios de su movimiento Futuro y Libertad votarán la confianza a estos puntos.

Por el momento, desde el Quirinal, sede de la Presidencia de la República, se informó de que no existe petición alguna de consultas con Napolitano.