Ruth Beitia celebró con un "Ramón, por fin la hemos conseguido" dirigido a su entrenador ausente (Ramón Torralbo) su primera medalla al aire libre, conquistada en la final de altura de los campeonatos de Europa.

"Tenemos una medalla de oro y es una pena que no estés aquí para escuchar el himno conmigo", prosiguió la atleta cántabra, que se declaró "contenta con ese salto de 1,97" aunque piensa que "podía haberlo saltado a la primera".

"Me ha podido un poco la presión", reconoció, "pero ha salido todo bien. Por fin he conseguido la ansiada medalla al aire libre y encima de oro. Ahora me quedan los Juegos olímpicos, el campeonato de España y algunos mítines. Quiero vivir este momento. Cuando llame a Ramón le diré que el domingo cuando llegue a casa nos iremos a comer. Esta medalla es de él y, como siempre, lo celebraré con la gente que quiero, que sé que me quiere, que están también en los momentos malos".

En Helsinki no sabe todavía como celebrarlo. "Por lo menos me voy a tomar una cerveza", aseguró.

Beitia no encontraba una bandera española, hasta que encontró a Fermín Cacho, el jefe de equipo español, que le entregó una. "Cuando le he visto y me la ha dado ha sido increíble, estoy muy contenta", afirmó.

"El otro día me preguntaron qué locura haría si conseguía una medalla en los Europeos y dije que retirarme, que esa era la locura. Quiero ser persona. El atletismo te curte y te hace mejorar en todos los aspectos de la vida, pero quiero hacer otros deportes. No estar pendiente de cláusulas de contratos que digan que no puedo esquiar, ni montar en moto o irme de fiesta", comentó.

Ahora mira con tranquilidad los Juegos de Londres. "No me quito ni me pongo presión. Quiero disfrutar de cada competición como si fuese la última y esta es muy especial para mí, mi primera medalla después del europeo sub 23 en 2001, después de muchos años de constancia, entrenando. Tanto Ramón como yo nos la merecemos. Esta medalla me va a dar muchas ganas de seguir el tiempo que me queda".