BBVA sorprendió el martes con el anuncio del nombramiento de un nuevo consejero delegado coincidiendo con la renovación de la poderosa presidencia del segundo mayor banco español, en manos de Francisco González.

Ángel Cano, hasta ahora responsable de recursos humanos y otras funciones, sustituirá a José Ignacio Goirigolzarri, que abandona el cargo "de mutuo acuerdo" con la entidad.

En el mercado se recibió con una sensación de extrañeza el nombramiento del nuevo ejecutivo del banco.

"Goirigolzarri se había ganado la confianza de los mercados y me he quedado un poco sorprendido", dijo Javier Bernat, analista de Caja Madrid.

El relevo del consejero delegado se vio también acompañado con la decisión del consejo de proponer a la próxima junta de accionistas la continuidad de González como presidente.

Como sucede en el otro gran banco español, Santander, el presidente en BBVA tiene las máximas funciones ejecutivas. Según el reglamento de su consejo de administración, el presidente del consejo es "el primer ejecutivo del banco".

"BBVA es un banco eminentemente presidencialista, la figura del consejero delegado está relativamente ensombrecida por la del presidente. No creo que sea una coincidencia la salida del consejero delegado y la renovación del presidente", dijo un analista que añadió que la lectura del mercado probablemente sería negativa.

En la bolsa española, las acciones de BBVA cerraron el martes con un descenso del 0,2 por ciento a 12,345 euros. En lo que va de año, las acciones del segundo banco español se han revalorizado un 45 por ciento.

El banco explicó en una nota que su consejo ligó la continuidad de González a la "excelente" gestión del banco en la crisis actual y ante un nuevo entorno global que hace "imprescindible mantener el actual liderazgo del presidente al frente de la entidad".

EL CONSEJO PIDE UN NUEVO ESQUEMA ORGANIZATIVO

Además, el consejo de administración pidió a González la puesta en marcha de un nuevo esquema organizativo y de gestión que permita avanzar con mayor celeridad hacia "un modelo aún más innovador, más eficiente y con un mayor foco en el cliente".

El segundo banco español en importancia manifestó asimismo que el nombramiento de Cano como consejero delegado conllevaba una serie de cambios en el comité de dirección del BBVA.

Entre los cambios destacaba el nombramiento de Manuel Castro, que liderará la dirección de riesgos, en sustitución de José Sevilla, quien deja el grupo.

A 30 de junio, BBVA habían reducido beneficio neto atribuible en un 10 por ciento a 2.799 millones de euros, aunque superó las expectativas del mercado.

En un momento en el que los mercados están demandando unos sólidos recursos de capital a las entidades en la actual crisis financiera, BBVA cerró el primer semestre con un ratio sobre recursos propios del 6,9 por ciento, frente al 6,3 por ciento del primer semestre de 2008.

Con criterios homogeneizados de Basilea II el core capital comparable alcanzó el 7,1 por ciento a junio de 2009.

Santander, su principal competidor, cerró a junio con un core-capital del 7,5 por ciento.