La Unión Europea (UE) tiene que adoptar nuevas medidas para mitigar el coste en términos de empleo de la desaceleración y evitar una "crisis social", advirtió hoy el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso.

En una carta enviada a los líderes de los Veintisiete ante la reunión informal que celebrarán en Bruselas el próximo domingo, Durao Barroso reseña que el efecto de la crisis en términos de empleo es "cada vez más claro" y aboga por medidas a nivel comunitario para reducirlo.

El presidente del ejecutivo comunitario insiste en que el encuentro del domingo, la UE debe enviar una señal clara de que actúa de manera coordinada y decidida para combatir la recesión y también dejar patente su rechazo del proteccionismo y el respeto a la libre competencia.

"Debemos demostrar nuestro compromiso con la apertura y la igualdad de condiciones, tanto dentro de la UE como a nivel global", subraya el mandatario portugués en la misiva.

Una de las razones aducidas por el primer ministro checo, Mirek Topolanek, presidente de turno de la UE para la convocatoria de una reunión extraordinaria de los líderes de los Veintisiete fue atajar posibles medidas proteccionistas en algunos Estados miembros como respuesta a la crisis económica.

Las ayudas al sector del automóvil, uno de los más afectados por la crisis -por la caída de la demanda y las dificultades para encontrar financiación-, planteadas por países como Francia y España se han colocado en el centro de esta polémica y han suscitado las reservas de la CE, que teme que pueden ser contrarias a los principios de la libre competencia.

En este contexto, Durao Barroso señala que la Unión debe encontrar la manera de impulsar el empleo y preservar la solidez de la industria, permitiendo a los países adoptar iniciativas en apoyo de las empresas pero sin que éstas perjudiquen a otros socios.

Recuerda que, ante las dificultades económicas actuales, las ayudas de Estado pueden ser muy útiles para apoyar el empleo y a sectores clave de la economía europea, pero recalca que las subvenciones no deben evitar la necesaria reestructuración de los sectores afectados.

En el caso del automóvil, insiste en que la crisis actual no puede hacer olvidar los objetivos de mejorar la competitividad y hacer frente al exceso de capacidad, así como la necesidad de mejorar sus estándares medioambientales.

El presidente de la Comisión también se refiere en su carta a los problemas en el sector financiero y subraya la importancia de romper el círculo vicioso en el que la incertidumbre sobre la situación de la banca está reduciendo el flujo de crédito, causando a su vez caídas de la inversión, recortes de empleo y pérdida de confianza en el mercado financiero.

"Un sector financiero estable y la restauración del crédito son requisitos esenciales para que la recuperación sea sostenible", afirma.

Considera, por eso, que los países deben resolver cuanto antes el problema de los activos dañados que lastran los balances de los bancos e impiden la normalización del crédito, a partir de las orientaciones elaboradas por la CE dirigidas a reducir el perjuicio para la competencia de estas intervenciones.

Durao Barroso alude, por último, a la necesidad de que los Veintisiete retomen, en cuanto la coyuntura lo permita, la senda de rigor presupuestaria que se ha visto interrumpida por la crisis y por la necesidad de adoptar medidas de reactivación.