El que el Gobierno del PP se apunta los éxitos de cualquiera es ya conocido de sobra por los españoles. Pero la última perla cultivada es la de la Ministra Báñez, que no tiene ningún empacho en hacerse responsable de la política de 1967.

Aquel año la incorporación de los afiliados a las Mutualidades, los denominados 'mutualistas' a los regímenes de la Seguridad Social les permitió no retrasar su edad de jubilación, y conservarla a los 60 años, siempre y cuando estuvieran afiliados antes de 1º de enero de 1967. En 2012, por ejemplo, de los 127.358 jubilados anticipadamente, 9.491, el 7,5%, tenían 60 años.

Sin embargo en los ocho primeros meses de 2013, dato contenido en los Presupuestos, solo 1.111 se jubilaron a esta edad. ¿Por qué razón? Sencillamente, quienes podían trabajar y darse de alta 1966 en 2013 tendrían más de sesenta años, a no ser que pertenecieran a muy minoritarias situaciones especiales. Los que deseaban jubilarse a los 60 años ya no pueden hacerlo.

Como el burro de Iriarte, que tocó la flauta por casualidad, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y su Ministra han descubierto que 'se han reducido en el último año el 6,5% las jubilaciones anticipadas', lo que coincide milagrosamente con los afiliados que deben jubilarse más tarde por no ostentar la condición de mutualistas: su carrera de cotización ha empezado después de 1º de enero de 1967.

La Ministra Báñez y su equipo son tan eficaces que las medidas adoptadas en 1967 son consecuencia directa de su brillante gestión. A esto se llama precocidad.

*Exsecretario de Estado de la Seguridad Social