El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, alertó hoy sobre un eventual aumento de los flujos de emigrantes indocumentados si los gobiernos afectados por la crisis financiera restringen la inmigración legal con el objetivo de liberar puestos de trabajo para su fuerza laboral.

"Unos 200 millones de personas viven fuera del país en el que nacieron. Esta cifra va a seguir aumentando independientemente de la crisis. La gente continuará saliendo al extranjero en busca de mejores condiciones de vida para su familia", aseguró Ban Ki-moon.

En su discurso de inauguración del segundo Foro Global sobre Migraciones y Desarrollo, que se celebra en Manila, el responsable de la ONU, destacó que "los gobiernos deben interpretar la movilidad humana como una herramienta para luchar contra la crisis, como un instrumento de desarrollo económico".

Al foro, que concluye el jueves, asisten delegados de unos 150 países, entre ellos 15 ministros y viceministros de países como Ghana, Suráfrica o Irak.

El secretario general de la ONU opinó que los inmigrantes que trabajan en los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) serán los primeros en sufrir las consecuencias de la situación financiera, especialmente aquellos empleados en sectores como la construcción y el turismo.

Además, apuntó que "existen pruebas crecientes de la disminución del envío de remesas" hacia los lugares de origen, mientras aumenta "el riesgo de discriminación",

"Me preocupa el impacto de la recesión económica en todos los puntos de la Agenda 21 de las Naciones Unidas, desde la lucha contra el cambio climático a la crisis alimentaria ", dijo.

Ban Ki-moon, quien llegó anoche a Filipinas, uno de los países que mayor cifra de trabajadores proveen a las naciones que demandan mano de obra, agregó que durante la cumbre de emergencia del G-20, que se celebrará el 15 de noviembre en Washington, pedirá a los gobiernos que presten especial atención a los derechos de los inmigrantes.

La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, coincidió con Ban Ki-Moon en que "los derechos de los inmigrantes deben ser protegidos en tiempos de crisis financiera", e instó a los gobiernos a firmar la Convención Internacional de los Derechos de los Inmigrantes y de sus Familias, que sólo ha sido ratificada por veinte países.

Ningún país europeo y tampoco Estados Unidos han ratificado la citada convención de la ONU, que entró en vigor en 2003

Con motivo de la inauguración del foro, la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas anunciaron que llevarán a cabo un programa para la protección de los trabajadores inmigrantes afectados por la crisis, dotado con 18 millones de dólares (15 millones de euros).

El programa persigue mejorar la formación laboral de los inmigrantes, fomentar sus derechos y facilitar la repatriación de las remesas.

Gerhard Sabathil, funcionario de la representación de la Comisión Europea, señaló que el plan se realizará en los 16 países que proveen mayor cantidad de trabajadores inmigrantes.

El Foro Global sobre Migraciones y Desarrollo, dividido en jornadas de debate de la sociedad civil y gubernamentales, es de carácter consultivo y fue auspiciado por el anterior secretario general de la ONU, Kofi Annan, en septiembre de 2005, durante un debate en la Asamblea General de la institución en Nueva York.

Sharan Burrow, presidenta de la Confederación Internacional de Sindicatos, que agrupa organizaciones de 155 países, inauguró las jornadas de discusión de la sociedad civil con un discurso en el que auguró un panorama similar al anunciado por el secretario general de la ONU.

"La reacción de los gobiernos ante el aumento del paro ha sido anunciar la expulsión de inmigrantes para poder ofertar esos puestos de trabajo a sus ciudadanos, como ocurrió durante la crisis de Asia, en 1997. Esto sólo contribuirá a aumentar la inmigración ilegal pues no existen alternativas para los inmigrantes en sus países de origen", dijo esta activista, el lunes pasado.

El primer Foro Global sobre Migraciones y Desarrollo se celebró en Bruselas en 2007 y el próximo se realizará en Atenas, en 2009.

María Gómez Silva