El Ayuntamiento de Vic dio marcha atrás el jueves y anunció que empadronará a los inmigrantes que no estén en situación regular en su municipio, tal y como estableció la Abogacía del Estado la víspera.

Vic había anunciado la decisión de no empadronar a aquellos inmigrantes no comunitarios que no tuvieran la documentación necesaria para residir legalmente, pero la Abogacía determinó que no resultaba procedente denegar la inscripción con ese argumento.

La Abogacía del Estado estableció que debe entenderse y considerarse como válido y suficiente un pasaporte aunque no cuente con el preceptivo visado.

"Acatamos, aunque no estamos de acuerdo, con esta decisión, como dijimos al principio, y aquí se termina el problema", declaró el jueves el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, de Convergencia i Unió, cuyo gobierno había solicitado a la Abogacía el informe.

"Seguiremos trabajando para que los vigitanos y vigitanas acepten la inmigración y porque la inmigración se integre en nuestra ciudad", declaró, resaltando que la localidad es pionera en los modelos de integración.

El vonsistorio pidió al Gobierno que se cumpla con la Ley de Extranjería, porque eso favorece a los inmigrantes que viven en España, y que ayude económicamente a los municipios como el suyo, con un porcentaje elevado de inmigración, para que se pueda atender correctamente a todos los ciudadanos.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se congratuló de la decisión de Vic.

"Felicitarme, congratularme, de que efectivamente el alcalde de Vic adopte una posición, como no puede ser de otra manera, de respeto escrupuloso de la ley", declaró desde Toledo.